Caramelo pretende acometer esta reducción del número de trabajadores a través de bajas incentivadas voluntarias y prejubilaciones, sin tener que acudir a un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
La firma textil requiere un "cambio general", con un nuevo modelo de negocio, de ventas, de estructura y de distribución, para afrontar la difícil situación económica que atraviesa.
Caramelo registró pérdidas de 20 millones de euros en 2007, casi el triple del año anterior, mientras que sus ingresos se redujeron en torno a un 10%, hasta 70,4 millones de euros, según informaron fuentes sindicales.
El plan, presentado por el nuevo equipo de dirección de la compañía que lidera Fernando Maudo, recoge entre sus principales líneas de actuación la expansión internacional de la firma bajo el régimen de franquicias. Asimismo, se prevé el cierre de dos tiendas, una en Oporto y otra en Zaragoza.
Los trabajadores rechazaron hoy las pretensiones de la empresa en relación con el empleo, al entender que no existe "ningún argumento real y objetivo" de que sea necesario el recorte. Las fuentes apuntaron que entre 2005 y 2007 la plantilla se ha reducido "paulatina y progresivamente", hasta una pérdida de 150 empleos, lo que no ha contribuido a mejorar la situación de la empresa.
"La situación ha empeorado, por lo que el problema no procede de un exceso de personal, sino de otros factores como la planificación o el marketing", subrayaron.
Tras el ajuste accionarial que actualmente se lleva a cabo en el grupo de moda por la salida de algunos socios, el empresario Manuel Jove, a través de su corporación Inveravante, quedará como accionista mayoritario y tomará así el control de la compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario