Una vez se ponga en marcha la reforma impositiva el precio del combustible en China se adaptará al valor internacional del crudo y eso, según Xu Kunlin, vicedirector del departamento de precios de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, favorecerá al consumidor.
De acuerdo con Xu, los actuales precios del barril de crudo en China equivalen a 83,5 dólares, mientras que el precio internacional es de poco más de 40 dólares.
El consumidor chino, pues, estaría pagando más ahora que los compradores de otros países, como consecuencia de la rigidez del actual sistema, en el que el Gobierno marca los precios, según razonó Xu.
Pekín anunció recientemente que desregularizaría el sistema de precios del combustible en el país; la medida se toma justo en un momento en que los bajos precios registrados por el crudo, que ayer lunes alcanzó su punto más bajo desde hace cerca de cinco años, reducirán el riesgo de protestas.
El plan establece la desaparición de seis tasas distintas, relacionadas con el mantenimiento y gestión de carreteras, y unos precios que "no sólo reflejen las fluctuaciones internacionales de los precios y los costes de producción, sino también la oferta y la demanda interna", según el borrador de la nueva ley.
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