Chrysler, que ha solicitado ayudas públicas por importe de 7.000 millones de dólares (unos 5.500 millones de euros) para subsistir, ha contratado a esta firma de abogados hace semanas, para preparase ante la posibilidad de acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos.
El grupo automovilístico está participado en un 80,1% por Cerberus, mientras que el restante 19,9% permanece en manos de Daimler. El grupo alemán tenía previsto vender este remanente a Cerberus, pero las negociaciones se han estancado ante las pretensiones del fondo de inversión.
En otro orden de cosas, Chrysler cifró hoy en 29.000 millones de dólares anuales (unos 23.000 millones de euros) el impacto de su actividad sobre la economía estadounidense. El grupo destaca que tiene presencia en 50 estados, y paga anualmente 6.000 millones de dólares (4.740 millones de euros) en salarios.
Asimismo, la empresa subraya que dispone de una red comercial formada por 3.300 concesionarios que emplean a una plantilla de más de 144.000 trabajadores. Chrysler destina anualmente 21.300 millones de dólares (16.900 millones de euros) a la adquisición de componentes a una base de 6.000 proveedores radicados en 50 estados.
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