viernes, 12 de diciembre de 2008

EEUU podría usar el plan nacional para rescatar la industria automotriz

WASHINGTON.- La Casa Blanca anunció este viernes que estudia usar parte de los 700.000 millones de dólares del plan de rescate de la economía estadounidense para salvar a las grandes empresas automovilísticas, después de que el Congreso no aprobara un proyecto específico.

"En vista de la actual situación de debilidad de la economía estadounidense, consideraremos otras opciones si fuera necesario -incluyendo el uso del programa TARP- para impedir el colapso de los fabricantes automotores en crisis", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, aludiendo al programa de asistencia a las empresas en dificultades, inicialmente orientado a la empresas del sector financiero.

"Es probable que el gobierno federal tenga que tomar cartas en el asunto para impedir una quiebra inmediata pero, mientras tanto, las automotoras, sus sindicatos, y todos los demás interesados deben estar preparados hacer concesiones significativas para que la iniciativa sea viable", advirtió Perino.

El Departamento del Tesoro estadounidense está "listo" para actuar a fin de "impedir una quiebra" de los tres grandes constructores de automotores nacionales, hasta que el Congreso legisle sobre el tema, declaró este viernes uno de sus portavoces.

"Puesto que el Congreso no logró tomar una decisión, estamos dispuestos a impedir una quiebra inminente hasta que el Congreso se vuelva a reunir y tome una decisión que permita a la industria ser viable a largo plazo", dijo la portavoz del Tesoro Brookly McLaughlin.

"El Congreso se manifestó anoche. No tienen votos suficientes para nada; no tuvieron fuerzas para llegar a la meta, de modo que tendremos que considerar qué otras opciones tomar, pero no sé cuándo puede demorar eso", declaró la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.

El presidente electo, Barack Obama, se declaró "decepcionado" con el impase y expresó que espera "que la administración y el Congreso encuentren la forma de dar a la industria la ayuda temporaria que necesita, exigiendo al mismo tiempo la reestructuración a largo plazo que es absolutamente necesaria".

El sindicato del automóvil estadounidense UAW estimó por su parte que el uso de los fondos de estabilización de bancos es la "única opción" para evitar la quiebra para los constructores de Detroit.

En una conferencia de prensa ofrecida en Detroit, el presidente del sindicato Union Auto Workers (UAW), Ron Gettelfinger, instó al secretario del Tesoro, Henry Paulson, a liberar de inmediato una parte de los 700.000 millones de dólares puestos a su disposición por el Congreso para estabilizar el sistema financiero.

"Ésa es la única opción posible para evitar el hundimiento inminente" de estas compañías, añadió el sindicalista, para quien "la quiebra no es una opción".

Gettelfinger subrayó que está abierto a nuevas concesiones: "Estamos dispuestos a hacer esfuerzos adicionales", manifestó, pero calificó como "inaceptable" el deseo del grupo republicano del Senado de hacer cargar a los asalariados y a los jubilados de las tres automotoras con la responsabilidad del fracaso del proyecto de rescate.

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