martes, 2 de diciembre de 2008

El consumo de agua en España excede los recursos de sus cuencas hidrográficas

MADRID.- El consumo de agua en España excede los recursos disponibles en nuestras cuencas hidrográficas. Unos recursos que, por si fuera poco, se reducen cada vez más a causa, entre otros motivos, del cambio climático y el calentamiento.

Esta situación ha llegado tan lejos que, en las dos últimas décadas, el caudal de los ríos españoles se ha reducido hasta un 5% de media. Así lo constata el Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) en su Informe del Agua 2008, presentado en el Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) cuya novena edición inauguró la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa.

Para paliar esta pérdida se propugna una política activa y una nueva cultura del agua que abogue, tanto por reducir el consumo, como por el mantenimiento integral de los ecosistemas.

Según el citado informe, en en veinte años los ríos y otras fuentes de agua superficiales han perdido ese 5% de su caudal respecto a las medias registradas en los periodos entre 1940 y 1942 y entre 1985 y 1986. Una pérdida de volumen que coincide con la reducción de las precipitaciones, que caen también un 5% en dos décadas.

El agua de mar avanza, además, tierra adentro, sobre todo en las cuencas del Segura y el Júcar, y hace aumentar la salinidad del agua debido a la falta de lluvias y a un consumo excesivo del agua.

Los recursos medidos del país son 110 kilómetros cúbicos al año, lo que supone que cada habitante consume unos 2.500 metros cúbicos de agua cada año. Como quiera que cada persona transforma en vapor de agua el 50% del agua que consume, la otra mitad regresa a los cauces como vertidos de aguas residuales.

Además, el informe de OSE reconoce que, a pesar de que hagamos «un uso más eficiente del agua» que hace unos años, éste comportamiento «no es suficiente» para solucionar el problema actual.

Jiménez Herrero, director del observatorio, denunció, en la jornada de ayer, el desequilibrio entre aportaciones naturales y la explotación. Un desajuste que, de mantenerse, impedirá que las cuencas tengan capacidad para abastecer de agua a las personas y los ecosistemas en general.

Y es que la demanda de agua crece en proporción al aumento de la población. El volumen total de agua controlada y distribuida para abastecimiento público en el 2005 llegó a los 4.873 hectómetros cúbicos. El 82% fue para el consumo de las familias, el uso municipal y la industria y el 18% de restante son pérdidas de agua.

Un agua cuyo precio para el uso doméstico creció un 4,57% en el período 2002-2006 y un 4,16% si hablamos de uso industrial.

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