miércoles, 24 de diciembre de 2008

El Estado español registró un déficit de 14.060 millones hasta noviembre

MADRID.- El Estado registró un déficit de 14.060 millones de euros hasta noviembre, en términos de Contabilidad Nacional, lo que equivale al 1,28% del PIB, frente al superávit de 25.835 millones obtenido en el mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos de ejecución presupuestaria anunciados por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña.

Este es el sexto mes consecutivo en el que las cuentas del Estado registran un saldo negativo por la intensa desaceleración de la economía española, desde que el pasado mes de junio la crisis arrastrara a la Administración Central al déficit, tras tres años consecutivos de superávit.

En rueda de prensa, Ocaña destacó que el dato de noviembre refleja la evolución prevista por el Gobierno.

"No hay sorpresas", recalcó el secretario de Estado, quien aseguró que, tras conocer los datos de noviembre, la previsión del Ejecutivo de cerrar el año con un déficit público en el entorno del 3% "sigue siendo correcta".

Este resultado es consecuencia de unos ingresos no financieros del Estado que se situaron en 124.902 millones de euros, y de unos gastos no financieros que alcanzaron los 138.962 millones de euros.

En términos de caja, una metodología contable en la que se anotan los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado durante ese periodo, el Estado alcanzó en los primeros diez meses del año un déficit de 11.038 millones de euros, frente al superávit de 24.104 millones obtenidos en el mismo periodo de 2007.

La recaudación neta ascendió a 175.015 millones de euros, un 11,9% menos que en 2007, una evolución que Ocaña atribuyó tanto a los cambios normativos introducidos como a las peor evolución de las bases imponibles.

Así, el impacto de los cambios fiscales de los últimos meses se estima en 17.144 millones de euros, mientras que el aumento del ritmo de devoluciones fue de 1.500 millones de euros. A éstos se suman otros 950 millones derivados del aumento de aplazamientos.

En total, la "inyección de liquidez" a los contribuyentes sumó unos 19.500 millones de euros, un 1,8% del PIB.

Los impuestos directos recaudaron 96.082 millones de euros, un 14,3% menos. El principal de ellos, el IRPF, retrocedió un 2% como consecuencia del la rebaja del tipo impositivo, el número de devoluciones y también el impacto de la devolución de los 400 euros.

Por su parte, los ingresos del Impuesto sobre Sociedades cayeron un 36%, en gran medida debido a unos resultados empresariales "claramente peores" respecto a los del año pasado.

Los ingresos por impuestos indirectos descendieron un 10,1%, hasta los 66.836 millones de euros. Así, el IVA redujo un 13,7% su recaudación, hasta los 45.965 millones de euros, lo que Ocaña atribuyó a la contracción de la actividad de las pymes, junto al "esfuerzo" por agilizar las devoluciones.

Asimismo, los impuestos especiales recaudaron 18.020 millones de euros, aumentando los ingresos por el impuesto que grava el consumo de tabaco un 4,4%, mientras que el Impuestos sobre Hidrocarburos bajó un 4,7% por el menor consumo.

Por su parte, la fiscalidad de la electricidad aumentó un 11,5% respecto a la del año pasado.

Los pagos no financieros representaron un total de 131.188 millones de euros, lo que supone un aumento del 5,5%. Los gastos no financieros sumaron 15.708 millones de euros, un 9,6% más, mientras que los pagos por personal crecieron un 6,7%, hasta 21.831 millones de euros.

Las transferencias corrientes crecieron hasta noviembre un 5,2%, con 74.387 millones de euros.

Así, a finales de noviembre, el Estado tenía una necesidad de endeudamiento de 36.203 millones de euros, lo que supone multiplicar casi por cinco la cifra del mismo periodo del año anterior.

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