Los seis textos sometidos a votación fueron adoptados por una gran mayoría de los eurodiputados presentes en la sesión plenaria en Estrasburgo (este de Francia). "Hemos concluido el paquete clima", comentó el presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Pöttering, al final de las votaciones.
El plan europeo prevé un triple objetivo para 2020: reducir en 20% sus emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a sus niveles de 1990, llevar al 20% la parte de energías renovables en el consumo energético y reducir este último también en un 20%.
El ministro francés de Medio Ambiente, Jean Louis Borloo, cuyo país ejerce la presidencia de la UE, mostró su inmediata satisfacción por la decisión del Europarlamento. "Mi primer sentimiento es una enorme emoción. Misión cumplida. Ahora el objetivo es Copenhague", declaró, en referencia a la conferencia internacional sobre cambio climático prevista para diciembre de 2009 en la que se buscará un acuerdo mundial para luchar contra el calentamiento planetario.
"¿Quién habría apostado hace seis meses por un paquete de seis textos que comprometa a tal punto a la economía europea, por un acuerdo unánime de lo Estados y un acuerdo del Parlamento Europeo en primera lectura con una aplastante mayoría?", subrayó. "Esto tendrá realmente sentido si logramos tener un acuerdo mundial en Copenhague", agregó.
El acuerdo del Parlamento Europeo tiene lugar cinco días después del compromiso alcanzado en la cumbre de la UE de Bruselas.
Cada uno de los seis textos del plan -energía renovables, sistema de subasta de emisiones, esfuerzos de los Estados, captura y almacenamiento del dióxido de carbono, reducción de las emisiones y reducción de la contaminación por parte de los vehículos- fue aprobado por una mayoría de entre 559 y 670 votos (sobre un toal de 785 eurodiputados.
Si el acuerdo global prevé un 20% en el recorte de emisiones, la UE está dispuesta a llevar su esfuerzo hasta el 30% en caso de acuerdo mundial.
De todos modos, los europeos tomaron ciertas disposiciones para defender su industria contra la competencia desleal de países menos preocupados por el medio ambiente. En ese sentido, a pesar de la amplia aprobación del paquete en el Europarlamento, algunos diputados, como el grupo de los Verdes, no ocultaron su amargura por las concesiones otorgadas al sector automotor.
El descontento también se manifestó antes de la votación en el seno del Partido Popular Europeo (PPE, conservador), primera fuerza política de la Eurocámara, aunque por otras razones. En efecto, los eurodiputados alemanes juzgaban que el paquete todavía era demasiado exigente para la industria.
Pero al final de cuentas, los votos contrarios y las abstenciones fueron poco numerosos: 50 para el texto sobre las energías renovables y 158 para el texto sobre el sector automotor.
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