En la presentación de su informe de previsiones económicas para 2009, el IFO señala que "debido a su orientación comercial, la economía alemana se ha beneficiado del fuerte crecimiento de la economía global y ahora se ve particularmente perjudicada por las crisis financiera".
De este modo, el instituto pronostica una "drástica" reducción de las exportaciones, así como un "colapso" de las expectativas de beneficios empresariales y restricciones en las condiciones financieras, provocando una caída en el gasto en equipamientos.
Por otro lado, el IFO señala que el consumo privado apenas contribuirá al crecimiento de la economía ante el claro descenso en la creación de empleo y por el mantenimiento de la elevada tasa de ahorro de los hogares alemanes.
Asimismo, las previsiones del instituto económico apuntan que sólo a partir de 2010 se producirá una cierta "estabilización" de la economía, aunque pronostica que el PIB se contraerá un 0,2%.
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