El informe revela que el próximo año será "el peor" para el sector turístico desde 1989, cuando el número de visitantes extranjeros se redujo en más de un 7% a causa de una huelga de pilotos. También son menos los australianos que viajarán el próximo año al extranjero, 5,58 millones, frente a los 5,75 millones de este año.
La depreciación del dólar y la ralentización de la economía del país son las principales causas, de la primera caída del número de viajeros desde 2003, con un mayor impacto en los viajes de largo recorrido, principalmente a destinos europeos.
"No hay duda de que los operadores que dependen en gran medida del turismo internacional se encuentrarán en un momento difícil en 2009", advirtió el presidente del Comité de Previsión del Turismo de Australia, Bernard Sal, en declaraciones al periódico 'The Australian'.
Sin embargo, pese a estos datos, Sal apuntó que el turismo tendrá un rebrote en 2010 si el dólar australiano se mantiene en niveles bajos, lo que permitiría devolver la confianza a los consumidores, y podría repercutir en el aumento de capacidad de las aerolíneas, ante una mayor demanda.
Con todo, confió en que el turismo nacional aumentará un 1,8% el próximo año, hasta alcanzar los 67 millones de dólares (47,4 millones de euros) en ingresos, previsión realizada teniendo en cuenta que algunos de los fondos asignados por los australianos a los viajes al extranjero se dedicarán a viajar más por el país. Los australianos gastan actualmente un promedio de ocho veces más en sus viajes al extranjero que al interior.
A esto hay que añadir, que la situación del dólar australiano ha beneficiado al turismo de interior en términos de competitividad y la caída de los precios de la gasolina ha impulsado los desplazamientos por carretera. Además, el mercado doméstico aéreo reducirá su capacidad el próximo año, frente al crecimiento del 10% registrado este año.
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