BOGOTÁ.- La firma del Tratado de Libre Comercio con Canadá y la de los acuerdos relacionados con la eliminación de la doble tributación, protección al medio ambiente y cooperación laboral, renovaron el interés por el intercambio bilateral y centraron la atención en las posibilidades de negocio con el país norteamericano.
Según el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo Plata, estos compromisos fomentarán la inversión canadiense, que en el primer semestre de 2008 fue de 38,4 millones de dólares y generarán oportunidades de exportación de bienes y servicios. “Con la firma de estos acuerdos se mejorarán las condiciones de acceso para importantes sectores de las economías de ambos países”, dijo.
Aunque para que se apruebe el Tratado de Libre Comercio hace falta que curse el trámite legislativo en ambos países, los empresarios lo dan por hecho y son optimistas frente a las ventajas que el acuerdo les significará.
A juicio de la directora de la Cámara de Comercio Colombo Canadiense, María Angélica Cuellar, las previsiones para el intercambio bilateral durante los próximos años son alentadoras, pese a la crisis de los mercados.
"A pesar de la turbulencia económica, las relaciones comerciales con Canadá van en una curva creciente y esperamos que esa tendencia se potencie con la implementación de los acuerdos. Para las empresas nacionales, el país norteamericano es un destino interesante puesto que tiene un mercado de 32 millones de habitantes que conocen la calidad de nuestros productos, como las flores y el café".
La entidad, que cumplió once años de operaciones, cuenta con cerca de 150 empresas afiliadas de todos los sectores económicos, aunque en su mayoría tienen que ver con la industria energética, en las que los dos países tienen intereses comunes. “Hay una importante inversión canadiense en esta materia con compañías de exploración petrolera como Saxon, Nexen y Pacific Petro Rubiales.
La entrada de dicho capital se debe, en gran medida, al auge de la minería colombiana”, manifiesta Cuellar.
Pese al optimismo sobre los beneficios del TLC y de los otros convenios firmados, que ha hecho que nuevas empresas quieran afiliarse a la Cámara y conocer los requerimientos para la exportación al país norteamericano, los empresarios reportan ciertas limitantes que entorpecerían el intercambio.
“Una de las principales dificultades tiene que ver con la deficiencia en la infraestructura para el transporte de los productos, sobre todo, en el caso de los alimentos”, dice el encargado financiero y administrativo de la Cámara, Juan Camilo Vargas.
Crece la balanza comercial
Según Proexport, de enero a agosto de 2008, Colombia exportó a Canadá 245.153.479 dólares, lo que muestra un crecimiento de 37,02% con respecto al mismo periodo de 2007.
Los productos colombianos que más demanda tuvieron en el país norteamericano fueron café, carbón, flores frescas, textiles y metalurgia.
De otro lado, las importaciones canadienses al territorio nacional, acumuladas a septiembre de 2008, fueron de 580,4 millones de dólares, lo que muestra un incremento de 24,2 % con respecto a los mismos meses del año anterior.
Los bienes canadienses que más ingresaron a Colombia fueron motores para vehículos, volquetas, trigo, cebada y cloruro de potasio.
Según el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo Plata, estos compromisos fomentarán la inversión canadiense, que en el primer semestre de 2008 fue de 38,4 millones de dólares y generarán oportunidades de exportación de bienes y servicios. “Con la firma de estos acuerdos se mejorarán las condiciones de acceso para importantes sectores de las economías de ambos países”, dijo.
Aunque para que se apruebe el Tratado de Libre Comercio hace falta que curse el trámite legislativo en ambos países, los empresarios lo dan por hecho y son optimistas frente a las ventajas que el acuerdo les significará.
A juicio de la directora de la Cámara de Comercio Colombo Canadiense, María Angélica Cuellar, las previsiones para el intercambio bilateral durante los próximos años son alentadoras, pese a la crisis de los mercados.
"A pesar de la turbulencia económica, las relaciones comerciales con Canadá van en una curva creciente y esperamos que esa tendencia se potencie con la implementación de los acuerdos. Para las empresas nacionales, el país norteamericano es un destino interesante puesto que tiene un mercado de 32 millones de habitantes que conocen la calidad de nuestros productos, como las flores y el café".
La entidad, que cumplió once años de operaciones, cuenta con cerca de 150 empresas afiliadas de todos los sectores económicos, aunque en su mayoría tienen que ver con la industria energética, en las que los dos países tienen intereses comunes. “Hay una importante inversión canadiense en esta materia con compañías de exploración petrolera como Saxon, Nexen y Pacific Petro Rubiales.
La entrada de dicho capital se debe, en gran medida, al auge de la minería colombiana”, manifiesta Cuellar.
Pese al optimismo sobre los beneficios del TLC y de los otros convenios firmados, que ha hecho que nuevas empresas quieran afiliarse a la Cámara y conocer los requerimientos para la exportación al país norteamericano, los empresarios reportan ciertas limitantes que entorpecerían el intercambio.
“Una de las principales dificultades tiene que ver con la deficiencia en la infraestructura para el transporte de los productos, sobre todo, en el caso de los alimentos”, dice el encargado financiero y administrativo de la Cámara, Juan Camilo Vargas.
Crece la balanza comercial
Según Proexport, de enero a agosto de 2008, Colombia exportó a Canadá 245.153.479 dólares, lo que muestra un crecimiento de 37,02% con respecto al mismo periodo de 2007.
Los productos colombianos que más demanda tuvieron en el país norteamericano fueron café, carbón, flores frescas, textiles y metalurgia.
De otro lado, las importaciones canadienses al territorio nacional, acumuladas a septiembre de 2008, fueron de 580,4 millones de dólares, lo que muestra un incremento de 24,2 % con respecto a los mismos meses del año anterior.
Los bienes canadienses que más ingresaron a Colombia fueron motores para vehículos, volquetas, trigo, cebada y cloruro de potasio.
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