martes, 30 de diciembre de 2008

Eslovaquia adoptará el euro el 1 de enero

BRUSELAS.-Eslovaquia se convertirá el próximo jueves 1 de enero en el decimosexto país de la Unión Europea en adoptar el euro como moneda. Con la adhesión de Eslovaquia, un total de 328,6 millones de personas (del total de 499,7 millones de habitantes con que cuenta la UE) comparten la moneda única, que precisamente el día de Año Nuevo cumplirá diez años.

El euro se creó en 1999, cuando once países --Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal-- decidieron bloquear irrevocablemente los tipos de cambio bilaterales de sus monedas y dotarse de una moneda única y una política de cambio única. Seis meses antes se había puesto en marcha el Banco Central Europeo. Grecia adoptó el euro el 1 de enero de 2001.

Los billetes y monedas se introdujeron en 2002. Eslovaquia adoptará el euro a un tipo de cambio frente a la moneda única de 30,1260 coronas eslovacas. Con anterioridad, Eslovenia (2007), Chipre y Malta (2008) han hecho también del euro su moneda.

En estos momentos, ningún otro país de la ampliación cumple los criterios de convergencia para poder entrar en la eurozona durante los próximos años, aunque las turbulencias financieras han suavizado la oposición al euro en países como Polonia o Dinamarca (que sí cumple los requisitos pero tiene un 'opt-out') y han hecho pensar en la moneda única incluso a Islandia.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha destacado que "en los actuales tiempos de crisis, el euro está protegiendo a las empresas de la volatilidad de los tipos de cambio a la que habían tenido que hacer frente en anteriores crisis".

Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, ha dicho que la moneda única "está demostrando ser un sólido factor de estabilización en los mercados monetarios, tanto dentro como fuera de la zona euro, lo cual no es poco mérito, dado que ningún otro mercado, desde la banca al sector de valores, ha quedado a salvo de la crisis financiera y económica mundial".

En su análisis de los primeros diez años del euro, Bruselas destacó que la moneda única ha aportado una estabilidad de precios que la mayoría de países que comparten la moneda única nunca había conocido antes. Los tipos de interés han caído al 5% de media, frente al 9% durante los años 90. La desaparición de los costes y los riesgos ligados a los tipos de cambio ha estimulado el comercio interno, que representa hoy un tercio del PIB de la eurozona, cuando era un cuarto hace diez años.

La reducción del coste del capital ha permitido aumentar el nivel de la inversión privada y pública al 22% del PIB en 2007. Los déficits públicos han caído al 0,6% de media el año pasado frente al 4% durante los años 80 y 90, aunque volverán a subir como consecuencia de la crisis. Y se han creado 16 millones de empleos desde 1999, más que durante las décadas anteriores, lo que ha permitido situar la tasa de paro en alrededor del 7%. También la crisis económica está empañando estas cifras.

El Ejecutivo comunitario admitió, no obstante, que "no se han cumplido todas las esperanzas depositadas en la moneda única". En primer lugar, el crecimiento económico de estos diez años "se ha situado por debajo de las expectativas".

Además, persisten divergencias entre las economías de la zona euro en términos de crecimiento e inflación. Pese a la importancia creciente del euro como moneda internacional, la eurozona no ha logrado articular una "presencia exterior sólida".

Finalmente, "la imagen pública del euro no refleja todos los beneficios objetivos que representa para los ciudadanos".

Para celebrar el aniversario del euro, los países de la zona euro pondrán en circulación, a partir del 1 de enero, un total de 84 millones de monedas conmemorativas de 2 euros. El motivo de la moneda especial se seleccionó a través de una votación popular en Internet organizada por la Comisión.

Los preparativos para la introducción del euro en Eslovaquia se han llevado a cabo según lo previsto. Los bancos comerciales empezaron a recibir los billetes y monedas en septiembre y han estado abasteciendo a los comercios y demás empresas, de forma que puedan aceptar y realizar pagos y devolver el cambio en euros a partir del 1 de enero.

En tan sólo cinco días, los ciudadanos acabaron con el 90% de los 1.200.000 mini kits de monedas en euros y, gracias a una campaña de información que se intensificó en los últimos seis meses e incluye espacios televisivos y autobuses itinerantes de información, se consideran bien informados.

Las autoridades eslovacas se tomaron en serio, según Bruselas, las inquietudes de los ciudadanos acerca de un aumento de los precios y adoptaron una serie de medidas, entre las que cabe citar un código ético suscrito por las empresas y a través del cual se comprometen a respetar las normas de paso al euro. La indicación de los precios tanto en euros como en coronas es obligatoria desde el 24 de agosto y lo seguirá siendo hasta el 1 de enero de 2010.

La Inspección del Comercio Eslovaco vigila cuidadosamente la observancia de las normas de paso al euro y ha visitado más de 15.000 establecimientos comerciales y proveedores de servicios desde agosto.

Los inspectores han venido corrigiendo los fallos que han observado en la doble indicación de precios y han controlado los movimientos de los precios en aquellos sectores en que se plantearon problemas con ocasión de las anteriores introducciones del euro en otros países (restaurantes, peluquerías, bares, etc.).

La Asociación de Consumidores Eslovacos desempeña también un papel fundamental a la hora de vigilar la evolución de los precios. La Comisión ha respaldado activamente la campaña de comunicación en el marco de un acuerdo de colaboración de diciembre de 2007.

Las empresas y las administraciones públicas también se han preparado con bastante antelación y su personal (especialmente el que trabaja en contacto directo con el público) ha recibido una formación. Según un sondeo del Ministerio de Finanzas eslovaco realizado a mediados de noviembre, cabe esperar que prácticamente todas las administraciones, a nivel central y local, hayan modificado y probado sus sistemas informáticos para el 23 de diciembre.

Para facilitar la transición, el Banco Nacional de Eslovaquia y los bancos comerciales permanecerán excepcionalmente abiertos el 1 de enero, así como el fin de semana del 3 y 4 de enero.

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