miércoles, 17 de diciembre de 2008

España y Marruecos acuerdan el desarrollo del Puerto de Tarfaya

MADRID.- El Puerto de Tarfaya consiguió un respaldo importante en su carácter «estratégico» para las comunicaciones entre Canarias y Marruecos, tras la reunión bilateral celebrada en Madrid entre las autoridades de ambos países, revela hoy "Abc".

El presidente de la Comunidad Autónoma de Canarias, Paulino Rivero, se felicitó por la inclusión en uno de los 79 puntos de la declaración conjunta surgida de la IX Reunión de Alto Nivel Hispano- Marroquí de una referencia a la importancia estratégica de las conexiones aéreas y marítimas entre Marruecos y Canarias.

Es en ese punto que se incluye la referencia explícita a «la importancia que puede revestir el desarrollo del Puerto de Tarfaya».

A esa instalación se dirigía una línea marítima que apenas duró unas semanas desde Puerto del Rosario, en Fuerteventura, que conectó las islas con el continente africano hasta mayo pasado, cuando el buque «Assalama» encalló frente a la costa de Tarfaya. La mejora de ese muelle es una condición ineludible para que se restablezca el contacto marítimo.

Según dijo Rivero, la financiación de las obras para la ampliación y dragado de dicho puerto marroquí, que estimó pueden tener un costo de unos 25 millones de euros, podrían encontrar cabida en el Acuerdo de Cooperación financiera 2009-12 que, con motivo de la RAN, el Reino Vecino y España han firmado por un montante de 520 millones de euros.

«La estabilidad política del espacio que compartimos España y Marruecos es una obligación» y, en este sentido, «tienen la oportunidad histórica de crear un espacio atlántico de crecimiento económico, prosperidad compartida y cohesión social», dijo Rivero, que se refirió a una «cooperación reforzada» y «un intercambio permanente» en cuestiones como la formación de jóvenes y adultos, los sectores turístico, agrícola y pesquero, el desarrollo de las energías renovables y el incremento de las relaciones comerciales.

Asimismo, abogó por que se vuelvan a reunir los grupos de trabajo hispano- marroquí sobre delimitación de espacios marítimos, algo que, según dijo después, debería servir para que aprovechando el actual clima de «cordialidad y respeto mutuo» entre ambos países se puedan «definir las fronteras y las partes de soberanía».

En esta misma línea consideró que aunque se ha producido «un esfuerzo de todas las partes» para la reducción de la inmigración irregular, ésta sigue siendo «un desafío ingente» y, en particular el problema que plantean los menores.

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