jueves, 11 de diciembre de 2008

Fiebre bituminosa en Canadá ante el volátil precio del petróleo

CALGARY.- pocos dudan de que la caída en los precios del petróleo pueda ponerle freno a la bonanza del bitumen. Esta industria tuvo un arranque incierto entre los años 50 y 60, por la frustración de no poder encontrar un método de extracción barato y eficiente. Pero los adelantos tecnológicos aunados al aumento de la demanda y la subida de los precios, hicieron que la producción de bitumen en 2007 se elevara a 1,2 millones de barriles diarios, más del doble que en el año 2000, según la BBC.

Las reservas de bitumen "económicamente recuperables" se calculan en este momento en 173.000 millones de barriles, lo que coloca a Canadá en segundo lugar detrás de Arabia Saudita en reservas petroleras.

"Es un recurso de primera, al que le quedan entre 300 a 400 años de producción al ritmo actual", dice Martyn Griggs, de la Asociación Canadiense de Productores de Petróleo, en Calgary.

Los principales actores en este momento son Suncor, Syncrude y un consorcio encabezado por Shell. Pero hay cada vez más inversionistas extranjeros interesados en entrar al negocio.

Estas empresas han contribuido a hacer del bitumen una de las áreas de mayor inversión de capital en el mundo, con un promedio de 15.800 millones de dólares al año durante los últimos tiempos y con más de 79.000 millones anunciados en proyectos para los próximos diez años.

"El potencial es muy vasto", asegura Don Thompson, presidente del gremio industrial del sector, el Oil Sands Developers Group, y empleado de Syncrude durante 29 años.

Uno de cada seis habitantes de Alberta trabaja en la industria petrolera, que genera un tercio de los ingresos de la provincia. Alberta tiene, además, un superávit fiscal y una tasa de desempleo cercana al 3%.

"Es el motor económico de Alberta y de Canadá", dijo Ron Stevens, vice primer ministro de Alberta, de tendencia conservadora.

"En estos tiempos de crisis económica global, la única estrella que brilla en este país es el bitumen", afirma.

Los precios del petróleo, que cayeron desde más de 140 dólares por barril hasta por debajo de los 50, han hecho que se pospongan proyectos por hasta 30.000 millones.

Muchos de los proyectos de bitumen a futuro se establecieron sobre la base de un barril a 70 u 80, aunque Griggs calcula que podrían obtener dividendos razonables con el barril a 50 dólares.

De hecho, hace dos o tres años atrás, 50 se consideraba un buen precio para el petróleo.

"Cuando uno está invirtiendo 15.000 millones al año, no está mirando los precio de hoy", dice Griggs.

Don Thompson, del Oil Sands Developer Group, dice que los retrasos son comprensibles.

"La demanda mundial de energía va a seguir creciendo, inevitablemente. Las fuentes convencionales de crudo van a seguir decayendo. De modo que el desarrollo de los bitumenes va a continuar", explica Thompson.

La escala del proyecto es enorme. El área que se explota en este momento es de 420 kilómetros cuadrados, pero la que el gobierno de Alberta le cedió en concesión a las empresas petroleras es de casi 65.000 kilómetros cuadrados.

El área de reservas explotables es de 140.000 kilómetros cuadrados, más o menos el tamaño del estado de Florida.

De todas maneras, la extracción de bitumen es un asunto complicado. Los yacimientos más ricos tienen alrededor de un 10% de petróleo y se necesitan dos toneladas de arena para hacer un barril de petróleo.

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