En un ejemplo de la situación que están viviendo las manufactureras mundiales, el grupo industrial alemán ThyssenKrupp dijo que reducirá la producción de acero crudo a un nivel mínimo a partir de febrero si la demanda seguía débil, y recortará las horas de trabajo para 20.000 siderúrgicos.
El grupo suizo ABB, una de las principales firmas de ingeniería de Europa, dijo que sus pedidos se debilitaron en octubre y noviembre. Pese a no reducir sus objetivos de crecimiento para 2008, sus acciones cayeron un 4 por ciento.
El automovilístico es uno de los sectores más golpeados por el declive económico global, y se prevé que Toyota registre su primera pérdida anual, mientras las firmas estadounidenses se esfuerzan por conseguir financiación de emergencia del Gobierno para evitar su hundimiento.
El responsable de la segunda automovilística japonesa, Honda, advirtió de que la fortaleza del yen podría perjudicar gravemente a la industria japonesa y provocar despidos masivos. Honda se vería obligado a trasladar al extranjero más producción si el dólar seguía por debajo de los 100 yenes.
La decisión del Banco de Japón (BJ), de bajar su tipo de interés clave al 0,10 por ciento desde el 0,30 por ciento, se produce tras el drástico recorte realizado el martes por la Reserva Federal de Estados Unidos, que bajó su tipo a un nivel inferior al japonés, provocando una subida del yen al máximo en 13 años frente al dólar, presionando al BJ para que tomara medidas.
El BJ dijo también que intervendría directamente, con la compra de bonos del Gobierno japonés, y que además adquiriría directamente papeles comerciales, nuevas medidas para aliviar el racionamiento del crédito que afecta a la segunda economía mundial, ya en recesión.
Calificando la conmoción económica de los últimos meses como "la más veloz de nuestra historia", el gobernador del BJ, Masaaki Shirakawa, dijo en rueda de prensa que no podría descartar nuevas rebajas de tipos.
En Estados Unidos, General Motors y Chrysler se acercaron el jueves por la noche a un acuerdo para conseguir préstamos de emergencia como parte de un paquete de ayuda del Gobierno de Estados Unidos que exigiría una gran reestructuración de las vapuleadas compañías del sector.
La información fue suministrada por fuentes familiarizadas con las conversaciones.
El mismo viernes, cuando Chrysler tiene previsto iniciar una paralización de la producción por un mes, podrían anunciarse unos préstamos federales de emergencia para ambas compañías, dijeron las fuentes.
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