jueves, 11 de diciembre de 2008

La Cámara de Representantes de EEUU aprueba el plan ayuda a las automovilísticas

WASHINGTON.- Los miembros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobaron la pasada madruada un paquete de rescate de 14.000 millones de dólares para la atribulada industria automotriz de EEUU, pero el proyecto de ley aún enfrenta una dura oposición de republicanos en el Senado.

Los representantes avalaron con 237 votos contra 170 la versión del texto acordada por la mañana entre los negociadores de la mayoría demócrata en el Congreso y la Casa Blanca.

El proyecto de ley pretende liberar de forma inmediata fondos hasta 14.000 millones de dólares para préstamos a los fabricantes General Motors (GM) y Chrysler, en riesgo de quiebra inminente, mientras que Ford, el otro de los 'Tres Grandes' de la industria automovilística estadounidense hizo saber que no tendrá problemas de liquidez en lo inmediato.

El plan tenía previsto en principio desbloquear 15.000 millones de dólares, pero en el último momento los congresistas decidieron reservar una parte de ese monto a pequeñas empresas.

Inicialmente, los fabricantes había pedido 34.000 millones de dólares para evitar la quiebra.

"Esperamos que la Casa Blanca mantenga su palabra" de suscribir la versión de la ley votada por los representantes, dijo la demócrata Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara.

El proyecto de ley de casi 40 páginas y titulado 'Proyecto de ley sobre la financiación y la reestructuración de la industria automotriz', fue publicado este miércoles en la página en internet de la Comisión de la Cámara de Representantes.

El mismo prevé principalmente la nominación de un administrador encargado de supervisar la puesta en práctica de las medidas de reestructuración por parte de los constructores.

El gobierno del presidente George W. Bush se comprometió a mantener una estrecha concertación con el equipo del presidente electo del país, Barack Obama, sobre esta nominación.

"Sabemos que habrá un nuevo presidente el 20 de enero y un nuevo equipo y queremos tener eso en cuenta en todo lo que hagamos, que ello sea conforme a las opiniones del presidente electo a fin de que sea más eficaz, porque finalmente, será bajo su administración que la decisión será tomada" sobre el futuro de los constructores, dijo Joel Kaplan, alto colaborador de Bush.

"Seguimos discutiendo con el Senado lo referente a este proceso", declaró en una rueda de prensa Steny Hoyer, jefe de la mayoría demócrata de la Cámara.

"Hay una gran reticencia (en el Senado) a ayudar directamente a los fabricantes (...) pero el impacto sobre la economía será muy grave" en caso de quiebra, precisó.

La iniciativa aprobada por los Representantes tropieza con una encarnizada resistencia, principalmente de senadores republicanos.

El senador republicano John Ensign, por ejemplo, amenazó con maniobrar para retrasar la votación hasta la semana próxima.

Por su parte, el sindicato del automóvil UAW expresó el miércoles su apoyo al "compromiso bipartidario" que prevé la liberación urgente del paquete de ayuda a la industria automovilística, según su presidente, Ron Gettelfinger, en un comunicado.

Este plan "aporta un apoyo determinante" a este sector y "pone a funcionar un proceso de reestructuración de nuestra industria", añadió.

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