Hacia las 17,OO GMT, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en febrero se cotizaba a 45 dólares en Londres, una bajada de 0,53 dólares en relación al cierre del miércoles.
A la misma hora, en Nueva York, el barril del West Texas Intermediate (WTI) con vencimiento en enero se cotizaba a 38,18 dólares, retrocediendo 1,51 dólares.
Poco antes, el barril neoyorquino había registrado un nuevo récord mínimo, de 37,68 dólares, desde el 1 de julio de 2004.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió recortar el miércoles en su reunión en Argelia su oferta de crudo en 2,2 millones de barriles diarios a partir del 1 de enero, su tercera rebaja en cuatro meses y la más importante desde la introducción de las cuotas en 1982.
La esperanza del cartel es frenar el declive de las cotizaciones del barril, que perdieron más de 100 dólares desde sus récords de julio a casi 150 dólares.
Pero "hay un cierto escepticismo" en el mercado sobre si los miembros de la OPEP se conformarán realmente a la decisión del cartel, comentó Mark Pervan, analista de ANZ Bank, en Melbourne.
Según algunos analistas, las disminuciones anunciadas en septiembre y octubre sólo se aplicaron en un 50 ó 60% y además, la OPEP sólo representa el 40% de la producción mundial.
Por ende, el mercado sigue preocupado por los temores a una contracción de la demanda de crudo, como demuestra el incremento, más importante de lo esperado, de las reservas de productos petroleros la semana pasada en Estados Unidos.
Los precios del crudo apenas se beneficiaron de la debilidad del billete verde, que el jueves cayó a su nivel más bajo en tres meses frente al euro, algo que en principio potencia las inversiones en materias primas, cotizadas en dólares.
En un agitado mercado de divisas, el euro retrocedió finalmente frente al dólar al término de los intercambios europeos, después de situarse durante la sesión en 1,4719 dólares, su máximo nivel desde el 25 de septiembre.
La libra esterlina, por su parte, descendió por debajo del umbral del 1,050 euros, hasta 1,0472 euros hacia las 12,40 GMT, coqueteando ya con la paridad con la moneda única al verse lastrada por la recesión de la economía británica.
Un jarro de agua fría cayó paralelamente en América Latina, que crecerá 1,9% en 2009, la tasa más baja en seis años, y menos de la mitad de la registrada este año, poniendo fin al ciclo de bonanza en la región, informó la CEPAL.
En 2008 había registrado una expansión de 4,6%, apoyada aún por las favorables condiciones del mercado de las materias primas.
"Estamos ante el final de un período con escasos precedentes en la historia de la región", dijo la CEPAL en un informe.
Para el próximo año, la CEPAL estima asimismo un aumento de la tasa de desempleo desde 7,5% en 2008 a niveles entre 7,8 a 8,1%, con un incremento del mercado informal. El aumento significará que hasta 1,8 millones de personas se sumen al actual número de desempleados, de 16 millones.
En Estados Unidos, la Casa Blanca dejó la puerta abierta a una quiebra controlada de los constructores automotores en crisis, General Motors, Ford y Chrysler.
El gobierno de George W. Bush, que explora actualmente los medios para ayudar a los constructores, está a punto de tomar una decisión al respecto, informó la portavoz Dana Perino.
Pese al aluvión de noticias pesimistas, las bolsas siguieron aguantando el tipo, marcadas por la estabilidad.
En Europa, Fráncfort cerró con uan subida del 1,02%, Londres subió 0,15% y Madrid 0,66%. París retrocedió un 0,24%.
Hacia las 18,00 GMT, el Dow Jones de Wall Street cedía 0,46% y el Nasdaq subía 0,03%. A la misma hora, en América Latina, la bolsa de Sao Paulo bajaba 0,04%, Buenos Aires un 1,26% y México en cambio subía 1,01%.
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