Los datos del INE indican que la economía portuguesa creció en el tercer trimestre de este año un 0,6% respecto al mismo período del año anterior, lo que supone una desaceleración del 0,1% respecto al trimestre anterior.
Esto se debe a la desaceleración de las exportaciones, de la inversión y de la demanda interna. De los distintos componentes el PIB sólo el consumo privado registró una aceleración.
El consumo privado creció un 2,3% gracias al componente de los bienes duraderos (automóviles y otros) y a que, según el INE, el descenso del IVA en un punto porcentual hasta el 20% a partir de julio habrá "retrasado la adquisición de bienes para este trimestre", explica el organismo.
La inversión disminuyó un 1,4% en volumen, lo que contrasta con el crecimiento del 3,2% del trimestre anterior. Este retroceso contribuyó con 0,3 puntos negativos para el crecimiento del PIB.
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