lunes, 22 de diciembre de 2008

La relación Argentina-España puesta a prueba por el vaivén en las inversiones españolas

BUENOS AIRES.- Argentina y España terminan un año de altibajos en sus relaciones tras la decisión de Buenos Aires de ampliar la participación argentina en Repsol YPF, el conflicto de Aerolíneas Argentinas y el impacto negativo en empresas españolas por la nacionalización de los fondos privados de pensiones.

Los gobiernos se han esforzado en manifestar que las relaciones bilaterales son "estratégicas" y "profundas", pese a que, por ejemplo, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, aplazó dos veces una visita oficial a Madrid, a realizarse primero en julio y luego en octubre, finalmente reprogramada para febrero de 2009.

Aún así, Fernández concertó este año tres citas con José Luis Rodríguez Zapatero al margen de diferentes cumbres de jefes de Estado y en todas hubo un denominador común: la situación de las empresas españolas en Argentina.

La última bilateral -al margen de la Cumbre Iberoamericana de El Salvador, a finales de octubre- tuvo como tema saliente Aerolíneas Argentinas, por la que el grupo español Marsans y Buenos Aires negociaron sin éxito desde mediados de año un traspaso al Estado argentino.

El caso de Aerolíneas se ha convertido en una verdadera piedra en el zapato para las relaciones bilaterales.

Rodríguez Zapatero siempre dijo confiar en que las partes llegarían a un acuerdo conveniente para ambas, mientras Marsans apostaba a un diálogo político "al más alto nivel" para evitar lo que finalmente se consumó el miércoles pasado, una expropiación de Aerolíneas que para el grupo español es una "confiscación" por la que demandará a Buenos Aires en tribunales internacionales.

La expropiación fue habilitada por el Parlamento argentino tras debates donde oficialistas y opositores hicieron duras críticas a los 18 años de gestión española -pública y privada- en la línea aérea que causaron malestar en Madrid.

La relación bilateral ya se había puesto a prueba cuando Cristina Fernández se enojó ante un informe publicado en agosto por el Banco Central de España que situaba a Argentina como destino "de riesgo" para las inversiones españolas por condiciones políticas y económicas "potencialmente inquietantes".

La informe, del que se despegó el Gobierno español, fue difundido tras el ingreso de dos empresarios argentinos con buenas relaciones con los Kirchner -Enrique Ezkenazi y Hugo Sigman- como socios de la filial local de Repsol YPF y de Gas Natural BAN, respectivamente. Esta movida despertó suspicacias respecto de una supuesta avanzada de Buenos Aires en poderosas empresas controladas por capitales españoles.

Esta misma lectura fue la que hicieron en octubre inversores en las Bolsas de Madrid y Buenos Aires tras enterarse que el traspaso al Estado argentino de los fondos de pensión privados trae aparejado el ingreso del Estado como socio minoritario a una treintena de grandes empresas, entre ellas varias participadas por capitales españoles (Gas Natural BAN, Grupo Concesionario Oeste, Endesa Costanera, BBVA Banco Francés, Metrogas e YPF).

La reforma del sistema de pensiones también afectó en forma directa al grupo BBVA, dueño de una de las diez administradoras de fondos de jubilación que operaban en Argentina.

Tras la sacudida, el Gobierno salió a calmar los ánimos del empresariado y, en reuniones con directivos de Repsol y Telefónica, garantizó "seguridad jurídica" para las inversiones españolas, punto que en voz baja sigue siendo el de mayor preocupación para los hombres de negocios extranjeros en Argentina.

Sin embargo, en los primeros nueves meses del año, las exportaciones de Argentina a España crecieron un 52 por ciento, hasta los 2.315 millones de dólares, mientras que el comercio en la vía inversa llegó a los 796,7 millones de dólares, con un alza interanual del 31 por ciento, según datos oficiales.

Si bien los anuncios de inversión en Argentina cayeron un 70,9 por ciento en los primeros nueve meses del año, los realizados por empresas españolas prácticamente se triplicaron (1.844 millones de dólares), lo que coloca a España como primer origen extranjero de las nuevas inversiones, de acuerdo a un estudio de la consultora privada Abeceb.

Asimismo, las empresas participadas por capitales españoles listadas en la Bolsa de Buenos Aires reportaron mayormente balances con mejoras en sus ganancias en los primeros nueves meses del año, a excepción de Gas Natural BAN y la filial de Dragados, que achicaron sus beneficios, y Grupo Concesionario Oeste y Autopistas del Sol, que registraron pérdidas.

Según datos de la Cámara Española de Comercio de Argentina, en el país suramericano operan 360 empresas de capital español, que han invertido 38.000 millones de dólares en los últimos quince años.

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