El paquete, equivalente a unos 200.000 millones de euros, había sido propuesto por la Comisión Europea el pasado 26 de noviembre para contener la crisis actual, que ha llevado a las economías del bloque a la recesión.
Los 27 dirigentes de la Unión Europea (UE) acordaron actuar de "forma unida, fuerte, rápida y decisiva" para evitar "una espiral recesiva y apoyar la actividad económica y el empleo", según el borrador de las conclusiones que serán adoptadas este viernes al término de la cumbre de dos días.
Una versión inicial de la declaración final contemplaba un esfuerzo presupuestario de "al menos el 1,5% del PIB" de los países de la Unión. La nueva fórmula, algo menos ambiciosa, refleja el compromiso alcanzado entre Alemania, que se había mostrado reticente al paquete económico, y Francia y Gran Bretaña, sus principales defensores.
La canciller alemana, Ángela Merkel, se había mostrado desfavorable a dar su aprobación en nombre de la austeridad presupuestaria y para evitar tener que pagar por los demás, como le ha ocurrido otras veces veces en aplicación del principio de solidaridad.
Entre las medidas propuestas en el paquete, los líderes apoyan la posibilidad, "para los Estados miembros que lo deseen", de reducir el IVA "en los servicios de fuerte intensidad de mano de obra" así como definir "una fiscalidad estimulante para los productos y servicios ecológicos", según el borrador.
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