La decisión de la Comisión llegó justo cuando Dinamarca se convirtió en el ultimo país en anunciar un respaldo a sus bancos para calmar la peor contracción crediticia desde la Gran Depresión, pero dijo que no estaba contemplando ninguna medida para nacionalizar a las instituciones financieras.
La comisaria de Competencia de la UE, Neelie Kroes, dijo que no había puesto en peligro las estrictas reglas de ayuda de la UE bajo la presión política, diciendo que Francia había endurecido los términos bajo los cuales los bancos deben amortizar la ayuda y Alemania necesitaba realizar algunos "cambios menores".
"Podrán observar que en lo que se refiere a las normas de ayuda estatal, no se ha realizado ninguna concesión", dijo Kroes en una conferencia de prensa, negando haber cedido a la presión gubernamental.
La Comisión dijo también que esperaba flexibilizar a la brevedad las reglas de ayuda estatal en general -en particular incrementando el umbral bajo el cual debería ser notificada de los planes de rescate bancarios.
El principal desacuerdo ha sido la tasa a la cual los bancos saludables atrapados en la contracción crediticia deberían pagar por cualquier ayuda estatal, demandando la Comisión mayores tasas que las propuestas por los gobiernos nacionales.
Los detalles del acuerdo con París mostraron un acuerdo tras semanas de regateo sobre los términos del respaldo bancario, indicando la Comisión que la tasa de repago sería fija durante los primeros cinco años y luego variable.
"También espero que Alemania solicite una ajuste a su plan nacional, que debería mejorar un acuerdo con respecto a Commerzbank", dijo la comisaria, agregando que Austria también podría esperar luz verde para su plan nacional.
Kroes, rechazando las críticas de que la UE había sido lenta en tomar una decisión sobre el plan de ayuda bancaria, dijo que otros planes nacionales serían aprobados a la brevedad.
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