El acuerdo es más ambicioso que el de "cielos abiertos" firmado con Estados Unidos y servirá para completar el mercado transatlántico. El Ejecutivo comunitario aseguró que servirá para estimular el comercio entre la UE y Canadá y que traerá importantes beneficios para las compañías y los viajeros de ambas orillas del Atlántico.
"Se trata de un acuerdo pionero en el mundo de la aviación porque incluye todos los aspectos posibles, incluida la inversión. El acuerdo es un signo importante de que en la actual situación económica la UE y Canadá quieren aumentar significativamente sus relaciones", dijo Tajani.
Todas las compañías aéreas de la UE podrán operar vuelos directos a Canadá desde cualquier aeropuerto de Europa. El acuerdo elimina todas las restricciones en rutas, precios o número de vuelos semanales entre Canadá y la UE. Otros derechos de tráfico se liberalizarán gradualmente en paralelo con la apertura de las oportunidades de inversión.
El acuerdo establecerá en su etapa final un área de aviación abierta entre la UE y Canadá. Las empresas europeas podrán establecer operaciones en Canadá e invertir libremente en aerolíneas canadienses y viceversa.
Además, se garantiza que las compañías aéreas de ambos lados del Atlántico no pueden ser discriminadas por lo que se refiere al acceso a la infraestructura o a subsidios públicos, otra novedad en la aviación internacional.
La UE y Canadá se comprometen a cooperar estrechamente para mitigar el impacto de la aviación en el cambio climático. Además, en el campo de la seguridad, el acuerdo prevé el reconocimiento mutuo de los estándares y una ventanilla única.
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