martes, 2 de diciembre de 2008

Los errores de Japón llevan a EEUU a nuevos excesos

WASHINGTON.- El antimodelo de la 'década perdida' de los años 90 en Japón parece estar llevando a Estados Unidos a nuevos excesos en la lucha contra la recesión y la amenaza de la inflación, que pueden contener elementos desestabilizadores para el futuro.

Una burbuja inmobiliaria que estalla, créditos dudosos que socavan el sistema financiero en su conjunto y el crecimiento que se detiene: el encadenamiento de estos hechos lleva la economía norteamericana a una baja de precios (-0,1% en octubre), que recuerda extrañamente la que afectó Japón a partir de 1990.

Esto ha sido bien comprendido por el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, un profundo conocedor de la deflación japonesa, y que se lanzó en una rápida reducción de la tasa rectora de la Fed, llevándola de 5,25% a 1% en menos de un año. La tasa japonesa, por el contrario, subió al comienzo de la crisis, antes de caer a cero.

Esta política se vio acompañada por apoyos muy diversificados en los mercados de crédito, mediante herramientas "no convencionales": inyecciones de liquidez y préstamos masivos a los intermediarios financieros, así como compra directa de obligaciones emitidas por empresas.

"La Fed se adelantó más. El Banco de Japón utilizó las herramientas no convencionales sólo después de haber llevado su tasa rectora a cerca de cero. La Fed utilizó esas herramientas antes", explicó Takeo Hoshi, profesor de Economía de la Universidad de San Diego (California).

La Fed aumentó la base monetaria (moneda fiduciaria más reservas de los bancos), que controla directamente, de manera muy brutal: desde mediados de setiembre, se disparó un 63% en menos de dos meses. La de Japón había aumentado apenas un 17% en cinco años, entre 1990 y 1995.

Sin embargo, el crédito sigue sofocado en Estados Unidos.

"El monetarista Bernanke y otros atribuyen la crisis deflacionaria a errores de política del Banco del Japón. Pero están a punto de descubrir que la gimnasia monetaria no es tan eficaz como les gustaría creer", criticaba en el Wall Street Journal Christopher Wood, estratega bursátil de Hong Kong, y autor de un libro sobre la burbuja inmobiliaria japonesa.

Y esta desmesura no está exenta de riesgos.

"En 2003, al rebajar sus tasas para luchar contra la deflación, la Fed en un sentido tuvo éxito, pero muchos critican esta política como la que ha creado burbujas", recuerda Hoshi. Aun cuando Japón, "demasiado prudente", no lo hizo mejor y tuvo que sufrir, por el contrario, "largos años de estancamiento".

"El error puede residir en ambos extremos. El Banco de Japón había cometido el de ser conservador. La Fed podría haber cometido el error de ser demasiado pródiga, demasiado agresiva. Es una tarea en la que resulta muy difícil equilibrarse entre los dos riesgos", según Wood.

Por otra parte, el esfuerzo estadounidense se ha concentrado hasta ahora sobre las finanzas: en un estudio sobre la deflación japonesa, Standard and Poor's explicaba recientemente que "el Estado norteamericano no parece tener una estrategia específica para recapitalizar a las empresas en dificultades, como los grandes fabricantes de automotores.

Y las lecciones dejadas por la experiencia japonesa sugieren que es tan vital apoyar a las empresas industriales como salvar las instituciones financieras", añadió.

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