La peregrinación a la virgen de Guadalupe, que según los católicos se apareció en el siglo XVI a un campesino indígena, es una de las más grandes del mundo. Autoridades del Gobierno de la capital dijeron que habrían asistido seis millones de personas desde comienzos de la semana.
Muchos de ellos caminaron por varios días cargando en su espalda imágenes de la virgen, de piel negra, para pedirle por salud, perdón por sus pecados pero, en medio de un debilitamiento de la economía, que los ayude también a encontrar empleo o mejorar su situación.
"Espero que la virgen ayude a mi marido a encontrar un trabajo. Está en el norte (Estados Unidos) y lleva dos meses sin trabajo", dijo Margarita López, mientras arrastraba a sus dos hijos pequeños a través de una multitud hacia la gigante basílica.
Inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, que son muchas veces el único sostén para sus familias en México, han perdido sus empleos en medio de lo que podría ser la peor recesión en la historia de la primera economía mundial.
México es muy dependiente de Estados Unidos, no sólo porque las remesas familiares son una de las principales fuentes de divisas del país, sino porque hacia allí envía la mayor parte de sus exportaciones y recibe la mayor parte de la inversión extranjera directa.
Un río de gente, pobres en su mayoría, llegaron al lugar algunos caminando de rodillas mientras grupos realizaban danzas vestidos con trajes tradicionales aztecas.
La basílica de Guadalupe es la más visitada después de la de San Pedro, en el Vaticano, y la peregrinación supera con creces a la de La Meca, que congregó este año a más de dos millones de musulmanes.
Pero a pesar de la enorme cantidad de asistentes, los vendedores se quejaron por las magras ventas.
"Todos ven, pero nadie compra. El año pasado vendí mucho más", dijo Ramón Martínez, que vendía pinturas religiosas, cámaras descartables y botanas, antes de subirse a un autobús decorado con flores, imágenes de la virgen y el Papa para ofrecer sus productos a los fieles que recién llegaban.
La peregrinación se volvió un evento anual desde el siglo XVII. Se dice que la virgen de Guadalupe se le apareció a un campesino de nombre Juan Diego en 1531, pocos años después de la llegada de los conquistadores españoles, en lo alto de un cerro donde antes había un templo dedicado a una diosa azteca.
Luego de que Juan Diego le contó a un obispo su visión, la imagen de la virgen apareció más tarde en su capa, de acuerdo a la leyenda.
Este hecho convirtió a México al catolicismo. Actualmente este es el país con más católicos en el mundo, después de Brasil.
Juan Diego fue canonizado por el Papa Juan Pablo II en el 2002.
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