martes, 16 de diciembre de 2008

Los ministros de Finanzas del 'Mercosur' aseguran que América Latina no entrará en recesión

BAHÍA.- América Latina no entrará en recesión económica, como le ha sucedido a los países desarrollados, pero debe amortiguar el impacto de la crisis con la aplicación de políticas anticíclicas de manera concertada.

Así lo expresaron los ministros de los países miembros y asociados del Mercosur reunidos en el balneario brasileño de Costa de Sauípe.

"La buena noticia es que los países emergentes no tenemos que entrar en recesión, tenemos más musculatura, estábamos creciendo rápidamente y podemos seguir haciéndolo", planteó a sus colegas el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, al exponer las conclusiones del Grupo de Monitoreo Macroeconómico del Mercosur.

La reunión de ministros de Economía y Hacienda y presidentes de Bancos Centrales del Mercosur se celebró hoy a puerta cerrada en un hotel de Costa do Sauípe (nordeste de Brasil), en víspera de las cumbres presidenciales del Mercosur, Unasur y América Latina y el Caribe, que tendrán lugar hoy y mañana.

Mantega se quejó de que "la prensa empeora las cosas", porque se hace eco de las proyecciones negativas "y esto afecta a la confianza de los ciudadanos".

Sin embargo, reconoció que el ritmo de crecimiento económico mantenido por los países en desarrollo en lo últimos años sufrirá una desaceleración.

Ello se debe a las dificultades para acceder al crédito, la caída de los precios de los recursos energéticos y las materias primas, el retorno de los capitales de los fondos de inversión a sus países de origen, el empeoramiento de la balanza de pagos y la devaluación de sus monedas.

"Si dejamos que las cosas sigan su inercia, la crisis tendrá consecuencias más graves", advirtió el responsable de Hacienda de Brasil, quien propuso la adopción de medidas anticíclicas de manera concertada por los Gobiernos de la región.

Minimizar el impacto de la crisis depende de la aplicación de políticas macroeconómicas como el mantenimiento del equilibrio fiscal, la acumulación de reservas y el impulso el mercado interno.

Pero también es importante combatir las expectativas negativas de los economistas ortodoxos que difunde la prensa y que repercuten en los hábitos de consumo de los ciudadanos, dijo Mantega, quien recomendó desoír las voces de sectores empresariales que demandan el cierre de las fronteras y el retorno al proteccionismo comercial.

"En Brasil estamos pensando hacer un presupuesto fuerte, nuestro consejo es aplicar políticas anticíclicas", señaló el ministro, quien reconoció que "Brasil está preocupado por qué va a pasar en los países vecinos".

"Es importante que ellos hagan lo mismo (...) no podemos repetir la crisis de 2001" que afectó a argentinos y brasileños, comentó.

Coincidiendo con la difusión de una encuesta que sitúa al presidente Luiz Inácio Lula da Silva en su nivel más alto de popularidad, Mantega advirtió sobre el impacto de la crisis en la política interna.

"Nuestros presidentes pierden popularidad cuando la economía va mal; hasta ahora la opinión pública sabe que no somos culpables, que los culpables son Estados Unidos y Europa, que hicieron lo que hicieron con el sector financiero; si no actuamos nos lo van a reclamar", advirtió.

"Compartimos esta visión, hablamos de la misma manera", señaló por su parte el ministro de Economía de Argentina, Carlos Fernández, quien enfatizó que su país también está aplicando "políticas contracíclicas".

En crisis anteriores, Argentina y el resto de los países de la región carecían de capacidad de reacción, "pero ahora la crisis nos agarra con posibilidad de hacerle frente" gracias a la acumulación de reservas, el tipo de cambio de equilibrio y un "cuidadoso manejo" del presupuesto público, dijo.

"Hay que tener en cuenta que nuestras posibilidades son limitadas", apuntó no obstante el ministro argentino, partidario de manejar las cuentas públicas "con mucho cuidado y sensibilidad".

"No tenemos mucho margen", reconoció Fernández, quien admitió que salvo los préstamos otorgados por el Gobierno venezolano, Argentina no ha tenido financiación externa alguna durante este año.

"También tratamos de transmitir confianza, transmitir que en Argentina no hay un problema de falta de recursos, porque la prensa también hace lo suyo", manifestó Carlos Fernández en alusión crítica a las expectativas negativas sobre la crisis que difunden los medios de comunicación.

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