La alianza estratégica de Argentina con Lukoil, además de disminuir la dependencia energética que el país tiene con Venezuela, podría influir en la posible entrada de la petrolera rusa en la hispano argentina, Repsol YPF, según "Infolatam".
Durante la visita oficial de Cristina Kirchner a Rusia, Lukoil firmó varios acuerdos con las compañías argentinas Enarsa y Pobater para el suministro de combustible diésel y otros productos petroleros.
El titular argentino de Planificación Federal, Julio de Vido y la compañía rusa rubricaron también un acuerdo por el cual la empresa invertirá en Argentina para la construcción de una planta de almacenamiento de combustible y la provisión tanto de fueloil como de gasoil.
Los convenios con la petrolera rusa, por un lado, podrían incidir en la dependencia energética de Venezuela, tal y como señala el diario La Nación: "La Argentina siempre valoró las "grandes ventajas" que, según la Casa Rosada, proporcionaba Chávez, cuya oferta de combustible parecía insuperable. A partir de ahora, la rusa le hará competencia".
Pero, por otro lado, el acuerdo abre la posibilidad de que Lukoil se convierta en una actor de peso en Argentina y esto pueda influir en la posible entrada de la rusa Lukoil en la multinacional española Repsol.
Según apuntaba Carlos Burgueño en Ámbito Financiero: "Argentina era algo ajena al problema de Lukoil y Repsol, ya que se trataba de un conflicto económico que se dirimía entre la empresa y los políticos españoles... cuando se firme el acuerdo, Buenos Aires, indirectamente, también formará parte del problema".
Antes de Kirchner, fue el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, quien se entrevistó con el presidente ruso Dimitri Medvédev.
Oficialmente acordaron en Moscú potenciar las relaciones energéticas entre ambos países pero un día después el ministro de Energía ruso, Sergei Shmatko, aseguró que su Gobierno está listo para dar apoyo político a Lukoil para comprar parte del capital de Repsol, si la mayor petrolera privada rusa lo solicitara.
De esta forma, la posibilidad de la entrada de la petrolera rusa en el capital de la petrolera hispano-argentina no sólo no está descartada -a pesar del rechazo de Brufau-, sino que parece que cobra fuerza.
El diario español El Economista apunta que Argentina tiene la "llave" en la disputa, ya que tendría la capacidad de vetar la entrada de Lukoil en Repsol YPF.
Según la publicación: "La presidenta, Cristina Kirchner, a diferencia del Ejecutivo español, mantiene una acción de oro en el capital de la filial argentina de modo que tiene voz y voto en cualquier operación que afecte a más del 50% de los títulos de esta filial, es decir, a cualquier operación de compra sobre la petrolera española, Repsol, que posee la mayoría del capital de la argentina YPF".
Lukoil está manteniendo conversaciones para entrar en el capital de Repsol YPF con la compra del paquete de la constructora Sacyr Vallehermoso, que cuenta con el 20% de las acciones. La adquisición a Sacyr está condicionada al acuerdo al que Lukoil llegue con los bancos que dirigen el crédito solicitado en su día por la constructora para hacer esta inversión que hoy se ve forzada a deshacer por problemas financieros.
Lukoil baraja también la posibilidad de comprar paquetes de otros accionistas, como La Caixa, con lo que podría llegar hasta alcanzar un 29%.
La posible operación ha sido contestada por la oposición de accionistas minoritarios, que reclaman su derecho a vender al mismo precio que Lukoil podría haber negociado, y que se estima en el doble de la actua cotización de las acciones de la petrolera en bolsa.
A partir del 30%, los compradores rusos se verían obligados a lanzar una oferta pública de adquisición de acciones por el total de la multinacional española.
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