"Estoy convencido de que a partir de 2010 la crisis será cosa del pasado, aquí en Brasil y en otras partes", aseguró Lula durante un almuerzo con generales de las fuerzas armadas.
Aseguró que el país vivirá este año la mejor navidad de los seis años que ha estado en el poder "porque la economía está creciendo, hay una crisis que sabremos cuidar para no causar daños, vamos a fortalecer el mercado interno, vamos a hacer que la industria nacional se fortalezca".
Según Lula, Brasil diversificó sus relaciones comerciales para no depender de Estados Unidos y Europa, que están en el epicentro de la crisis financiera, y cuenta con un mercado interno sólido que le permitirá sustentar el crecimiento durante la crisis.
Pese a que grandes empresas nacionales como la minera Vale han despedido a miles de sus empleados, Lula se quejó de que muchos en Brasil viven una "crisis de pánico".
"Hay una crisis verdadera que afectó a los países ricos y va a afectar a los países que exportan para ellos, y hay una crisis de pánico, de aquella persona que teniendo dinero, no quiere comprar porque oye que hay crisis y entra en pánico", afirmó.
Agregó que "nadie está aconsejando que quien tiene deudas se endeude más, lo que decimos es que Brasil tiene un potencial de crecimiento que otros países no tienen".
Insistió en que de parte del gobierno, no se suspenderá ninguna de las obras del Programa de Aceleración del Crecimiento, un plan de inversiones en infraestructura por 503.900 millones de reales (210.000 millones de dólares) entre 2007 y 2010, ni se frenarán las inversiones de la estatal Petrobras, por 112.000 millones de dólares hasta 2012.
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