El gobierno del presidente George W. Bush está contemplando medios para dar ayuda de emergencia a General Motors Corp. y Chrysler LLC. Ambas compañías han dicho que podrían quedarse sin efectivo en unas cuantas semanas si no llega la ayuda gubernamental.
Ford Motor Co. ha dicho que tiene suficiente liquidez para mantenerse a flore durante 2009, pero también le pidió al Congreso una línea de crédito en caso de que las condiciones financieras se deterioren aún más.
Responsables del Gobierno estaban recopilando información financiera de fabricantes de automóviles y evaluando datos como su posición de liquidez, dijo Tony Fratto, un portavoz de Bush.
"Nos concentraremos en intentar implementar las políticas correctas, mientras consideramos los intereses de los contribuyentes y de nuestra economía y nos tomaremos el tiempo que tenemos disponible para hacer eso bien", dijo Fratto.
"No se ha tomado ninguna decisión", agregó.
"Revisaremos esa información, haremos algunos juicios y revisaremos nuestras opciones", señaló el portavoz.
También los principales fabricantes de automóviles europeos advirtieron sobre un sombrío 2009, al crecer las señales que indican que la profunda crisis que afronta el sector va mucho más allá de la lucha de vida o muerte de la industria en Estados Unidos.
Un alto cargo estadounidense, que pidió no ser identificado, dijo que no se esperaba ningún anuncio este fin de semana ni mañana lunes.
"Estamos considerando la gama completa de opciones respecto a los fabricantes de automóviles, y no hemos indicado qué haremos, excepto señalar que una caótica quiebra es algo que deberíamos intentar evitar", dijo el funcionario.
La semana pasada, el Congreso rechazó un plan para otorgar un rescate de emergencia de 14.000 millones de dólares a las compañías automotrices.
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