El Banco de México reportó el lunes que las remesas en octubre pasado ascendieron a 2.444 millones de dólares, un incremento de 13% respecto al mismo mes del 2007, cuando sumaron 2.163 millones de dólares.
Si bien el repunte permitió una ligera recuperación en las remesas acumuladas a lo largo de los 10 primeros meses del año, su crecimiento aún no revierte la tendencia negativa registrada a lo largo del año.
Las remesas entre enero y octubre sumaron 19.970 millones de dólares, una baja de 1,92% frente al mismo periodo del 2007, cuando ascendieron a 20.362 millones de dólares. En los primeros nueve meses del 2008, la caída había sido de 3,7%.
Las remesas observaron en agosto su peor caída mensual histórica al desplomarse 12,2%, sin embargo ya en septiembre comenzaron a recuperarse y aumentaron 0,2%.
Las remesas son la segunda fuente de ingresos de divisas para México, sólo detrás de la exportación de crudo.
Prácticamente la totalidad de las remesas son enviadas desde Estados Unidos, donde radican más del 98% de los más de 11 millones de mexicanos que viven en el exterior.
El banco espera que al cierre del 2008 los envíos sumen alrededor de 23.500 millones de dólares, que representaría una caída de un 2,5% respecto a todo 2007.
El gobernador del banco central, Guillermo Ortiz, dijo recientemente que la ligera recuperación mensual podría explicarse por la depreciación del peso frente al dólar en las últimas semanas, lo cual habría animado a los mexicanos a enviar más dinero.
En las últimas semanas la moneda mexicana registró una fuerte depreciación frente al dólar y llegó a extremos históricos de hasta 14 pesos por divisa estadounidense.
El lunes, la cotización era de 13,6 pesos por dólar.
El banco central ha señalado que los envíos de remesas enfrentan problemas por la desaceleración de la actividad económica en Estados Unidos, especialmente en el sector de la construcción y la manufactura, donde trabaja el mayor número de mexicanos que radican en ese país.
También ha advertido que los emigrantes indocumentados tienen más problemas para llegar a Estados Unidos.
El gobierno estima que cada año emigran más de 500.000 mexicanos al vecino país del norte.
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