"Es un contrato amplio, muy técnico y con muchas repercusiones, un inversor lego en materia financiera y jurídica no tiene capacidad para decidir de forma inmediata en una reunión de minutos si firma o no", advirtió González.
El abogado calificó de "ilegal" la prohibición de que el cliente no pueda tener una copia del contrato y afirmó que este procedimiento, junto con el límite de tiempo de la firma, que vence el próximo jueves 5 de febrero, supone que "o se aceptan esas condiciones en ese plazo de tiempo o se tiene lo que se tenía antes, que era nada".
González confirmó que el presidente del despacho, Javier Cremades, se reunirá el próximo lunes con representantes del Banco Santander. Cremades & Calvo-Sotelo ha estudiado ya el contenido de los contratos ofrecidos previamente por la entidad a sus clientes latinoamericanos, que podrían ser similares a los de los clientes españoles.
Según explicó González, el contrato compromete a los clientes a mantener la misma inversión que depositaron en el banco a fecha de la firma del contrato, a tener el depósito de las participaciones preferentes que obtienen en la entidad y les obliga a dar preferencia al Banco Santander como proveedor comercial respecto a la competencia.
Asimismo, los afectados se comprometen a renunciar a emprender acciones legales o de arbitraje contra el banco. El abogado afirmó de que si el cliente no está conforme con la solución se podría iniciar una nueva etapa de transición con el banco, "aunque es casi imposible que vayan a ofrecer algo más a lo que ya se ha ofrecido".
El letrado confirmó que el despacho continúa con la demanda colectiva -'class action'- presentada contra el Banco Santader en Miami, en representación de inversores latinoamericanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario