"Esta ceremonia muestra la confianza que tenemos en esta industria, a pesar de la crisis actual (...) Manifestamos así que creemos en el futuro de la aviación", declaró Thomas Enders, presidente de Airbus, ante los trabajadores del grupo, periodistas y representantes políticos locales.
Bajo un cielo cubierto, las excavadoras prepararon y nivelaron luego el terreno, en presencia de más o menos unos mil espectadores.
Esta fábrica de 74.000 metros cuadrados que comienza a ser construida por un valor de 140 millones de euros y que Airbus cuenta terminar en el tercer trimestre de 2010, debería emplear a más de mil personas.
El A350, que cuesta más o menos 240 millones de dólares, según los precios del catálogo, debería volar por primera vez en 2012.
El director general de Airbus, Fabrice Brégier, se declaró confiado en poder cumplir los plazos de entrega, a mediados de 2013, estimando poder sacar experiencia de los retrasos de casi dos años de avión gigante A380.
Las entregas retrasadas son comunes en la industria aeronáutica, dado lo complejo del aparato fabricado.
Así, el primer ejemplar del Dreamliner o 787 de Boeing, presentado como el gran rival del A350, debería ser entregado con un retraso de casi dos años con respecto a la fecha prevista inicialmente, en el primer trimestre de 2010.
"Si hay un fallo en el programa del A350, estamos en condiciones de remediarlo", aseguró Fabrice Brégier.
Para evitar tener los mismo problemas que con el A380, Airbus cuenta imponer a sus clientes una opción mas restringida en particular en la disposición de la cabina, en los asientos y en la cocina.
Para construir el A350, Airbus confiará casi el 50% del avión a diferentes contratistas externos repartidos a través del mundo, una evolución característica del sector, donde a menudo los fabricantes de partes trabajan al mismo tiempo para Boeing y para Airbus.
Desde el lanzamiento del programa en diciembre de 2006, Airbus ha negociado 478 órdenes definitivas: Boeing ha obtenido 910 para el Dreamliner, cuyo programa fue iniciado en abril de 2004.
Lo mismo que el Dreamliner, el A350 debería ser fabricado en una proporción mucho más importante (53%) que los aparatos actuales, con materiales plásticos de alta tecnología más ligeros y más resistentes que el acero y el aluminio, permitiendo reducir el peso y en consecuencia el consumo de combustible y la contaminación.
Su costo de desarrollo es de más o menos 10.000 millones de euros: "Por el momento, lo financiamos nosotros mismos", dijo Bregier.
Sin embargo, Bregier subrayó que el 787 obtuvo muchas subvenciones y que Airbus considera como opción obtener también ese tipo de ayudas.
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