El plan, para dos años y que costó semanas de debates en el seno de la coalición gubernamental entre conservadores y socialdemócratas, se presentará al Parlamento antes del próximo 1 de febrero. Berlín ya aprobó el pasado otoño un primer paquete de medidas de rescate, por valor de 31.000 millones de euros, juzgado insuficiente ante la gravedad de la crisis.
La canciller alemana, Angela Merkel, criticada tanto en su país como en el extranjero por sus acciones calificadas de timoratas frente a la crisis, afirmó este martes haber tomado "su decisión más difícil en materia de política interior" al aprobar el segundo paquete de choque.
"Este plan constituye una respuesta a la crisis económica internacional y estimamos que frente a una situación extraordinaria" se requieren "medidas extraordinarias", declaró Merkel tras el semanal consejo de ministros. Alemania "saldrá más fuerte de la crisis" de lo que era antes de su inicio, prometió la canciller conservadora.
El plan, que comprende gastos importantes en materia de infraestructuras y de reducciones de impuestos, llevará a una gran subida del déficit público. El ministro de Finanzas, Peer Steinbrück, reconoció que éste rebasará en 2010 el techo de 3% del PIB autorizado por la Unión Europea.
Pero, según Merkel, "no hacer nada en estos momentos nos sumergiría todavía más en la crisis y empeoraría nuestra situación presupuestaria". Berlín espera una contracción del 2,25% del crecimiento para 2009 y medio millón de personas más en el paro.
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