La medida se extenderá durante un año y exime a los productores agropecuarios del pago de varios impuestos nacionales, anunció Fernández durante un acto en la residencia presidencial de Olivos.
"El gobierno deja de percibir nuevos recursos. Todo el resto sigue tributando y por lo tanto es un esfuerzo muy grande de toda la sociedad argentina por los productores afectados por la sequía", dijo la presidenta.
Las regiones más fértiles de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba, entre otras, sufren a causa del peor promedio de precipitaciones que se registra en todo el territorio nacional desde 1971, según reportó el Servicio Meteorológico Nacional.
La sequía causará un fuerte impacto en la economía de Argentina, uno de los mayores proveedores mundiales de soja, maíz, trigo y carne vacuna.
De acuerdo con las últimas estimaciones de la Secretaría de Agricultura, durante la campaña 2008/2009 la cosecha de trigo caerá un 44% y la de maíz un 27%. La de soja, en tanto, subirá un 7% luego de crecer un 10% anual en promedio desde 2003.
Además, se estima que se perdieron más de 700.000 cabezas de ganado.
Reclamada por los ruralistas, la emergencia agropecuaria "prorroga por un año, a todos los productores realmente afectados por la sequía, el pago del impuesto a las ganancias, a las ganancias Presuntas y a los Bienes Personales", explicó Fernández.
No hay comentarios:
Publicar un comentario