En un comunicado, CECU apuntó que quizás no sea tan esencial dotar de un préstamo hipotecario a un ciudadano como el que la vivienda que adquiere tenga un precio más real y requiera, por tanto, menos financiación y endeudamiento.
"Todo el dinero que no necesiten pedir prestado (los ciudadanos) podría dedicarse a otros productos y servicios, y, de esta forma, generar sinergias que ayuden a salir de la crisis", añadió.
Asimismo, la organización de consumidores explicó que los ciudadanos llevan muchos años perdiendo poder adquisitivo, en lo que ha influido "la entrada del euro, el desmesurado encarecimiento del precio de la vivienda, la falta de medidas para reducir el peso estructural que tiene sobre los precios la marcha del petróleo y la especulación con el combustible y otras materias primas".
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