miércoles, 21 de enero de 2009

El conflicto del gas cambia la confianza de Europa en Rusia

BRUSELAS.- Al cortar el suministro de gas a Europa a través de Ucrania, Rusia ha reforzado su defensa de la necesidad de nuevos conductos que eviten el territorio de su antiguo vecino soviético, pero también puede haber perdido la confianza de Europa.

Los consumidores de unos 20 países europeos, que han pasado dos semanas congelándose, van a acelerar sus planes para desarrollar combustibles alternativos y construir una red regional de suministro de gas mejor preparada para aguantar las interrupciones desde el este, dijeron analistas.

Moscú también podría ver cómo disminuye su influencia política en el este de Europa, la región más afectada por la crisis y en la que los gobiernos se han vuelto hacia la Unión Europea en busca de apoyo.

"Hay mucha amargura por el modo en que Rusia se ha portado en las últimas dos semanas, al no llegar a ningún tipo de compromiso factible", declaró Julian Lee, analista senior de energía en el Centro para los Estudios Energéticos Globales de Londres.

"Existe la sensación de que Gazprom se comportó así para avergonzar a Ucrania, en vez de para lograr que el flujo del gas se reanudara".

Finalmente, el gas ruso volvió a llegar a Europa a través de Ucrania el martes, después de que las dos partes firmaran un acuerdo para los próximos 10 años.

Gazprom, el monopolio de exportación del gas controlado por el estado, atribuye los recortes a la incapacidad de Ucrania de ofrecer un tránsito seguro, pero la disputa ha provocado dudas en Occidente sobre la fiabilidad a largo plazo de Rusia como suministrador de energía.

Rusia suministra alrededor de un 25 por ciento de las necesidades gasíferas de Europa, y a corto plazo hay pocas alternativas. Los conductos como Nabucco, que pretende enviar hasta 31.000 millones de metros cúbicos anuales procedentes de la región del Caspio en 2020, evitando Rusia, no tienen suficiente gas para llenarlos.

Pero diplomáticos europeos que acudieron a reuniones durante el enfrentamiento dicen en privado que Gazprom está preocupado por las políticas "antirusas" de la UE, que pretenden reducir las importaciones de gas ruso. Europa va a acelerar los planes para tener mayor almacenamiento y construir una red unificada, según analistas, así como el estudio de la energía nuclear u otros combustibles alternativos.

Esto podría favorecer a los rusos. El primer ministro, Vladimir Putin, ha dicho que Rusia debería seguir adelante con los proyectos de Nord Stream y South Stream y crear los medios para entregar gas natural licuado.

La defensa rusa del gasoducto Nord Stream, que evitaría Ucrania enviando 55.000 millones de metros cúbicos anualmente hasta Alemania bajo el mar Báltico a partir de 2011, se ha visto reforzada.

El presidente ucraniano, Viktor Yushchenko, enfrentado desde hace tiempo con Rusia por su postura prooccidental, ha citado el Nord Stream - al que se oponen en algunas zonas de Europa - como un posible motivo de Moscú en la disputa.

South Stream, un proyecto de 30.000 millones de metros cúbicos anuales en el que la italiana ENI tiene una participación, podría ser más difícil de vender. La ruta propuesta pasa por países de los Balcanes todavía afectados por las pérdidas del suministro.

"Rusia ha molestado a muchos países en el sureste de Europa que eran importantes para South Stream", dijo un diplomático a Reuters hablando a condición de no ser identificado.

Para Moscú, la pérdida de confianza podría tener consecuencias políticas, sobre todo porque la UE ha actuado, al menos de momento, con una sola voz. La disputa ha cambiado la percepción de Rusia, aseguró Jonathan Stern, del Instituto Oxford para Estudios Energéticos.

"Este es un acontecimiento que será recordado siempre", aseguró.

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