El yen ganaba terreno de forma generalizada ante la caída de las bolsas que conllevaba la liquidación de posiciones cortas en yenes usadas originalmente para financiar inversiones en activos y divisas con mayor rendimiento.
El dólar de Nueva Zelanda caía a su nivel más bajo en seis años frente al dólar de EEUU después de que el gobernador del Banco Central de Nueva Zelanda dijera que había margen para nuevos recortes de los tipos de interés.
Las preocupaciones por la crisis económica mundial aumentaban debido a datos que mostraban un desplome récord del 9,6 por ciento de la producción industrial de Japón en diciembre.
En EEUU, el paro semanal subía a un nuevo récord, mientras los pedidos de bienes de consumo duradero bajaban por quinto mes consecutivo al tiempo que las ventas de nuevas viviendas caían un 14,2 por ciento a un mínimo histórico.
"Es sorprendente ver que el dólar se mantenga firme tras unos datos tan flojos", dijo un operador cambiario de un gran banco japonés. "La única explicación que tenemos es que la aversión global al riesgo sigue respaldando al billete verde.
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