miércoles, 21 de enero de 2009

El gobierno francés condiciona apoyo al sector automovilístico

PARÍS.- Después de conseguir que los banqueros renuncien a sus bonificaciones, el gobierno francés presiona ahora a los constructores de automóviles, condicionando el apoyo financiero del Estado al abandono de sus suculentas remuneraciones.

Los principales bancos franceses aceptaron el martes renunciar a otorgar bonificaciones a sus ejecutivos para poder obtener la nueva ayuda del Estado por un monto de 10.500 millones de euros.

El jueves pasado, el presidente francés Nicolas Sarkozy anunció querer terminar con esas "prácticas que han suscitado con razón la indignación de los franceses", refiriéndose a las suculentas remuneraciones pagadas a los ejecutivos de bancos y empresas, que provoca sistemáticas polémicas en la sociedad francesa.

El gobierno espera ahora que la industria del automóvil se comprometa como la banca, a cambio de una inyección de entre 5.000 y 6.000 millones de euros prometida el martes para atender sus necesidades de tesorería a corto plazo.

Para ello, los ejecutivos de Renault y PSA Peugeot-Citröen deberán renunciar a sus bonificaciones y dividendos.

Este miércoles, la ministra de la Economía Christine Lagarde consideró "insensato" que los patrones del sector automovilístico se otorguen "super bonificaciones" con el dinero de todos los franceses.

Sin embargo, el grupo PSA Peugeot-Citroën precisó que la decisión respecto a las bonificaciones corresponderá al consejo de vigilancia y al comité de remuneración de la empresa, después de conocerse los resultados del grupo en febrero.

Y respecto al pago o no de dividendos, el presidente del grupo, Christian Streiff, estimó el martes que el "Estado no debe ocupar el lugar de la administración ni de los accionistas. A ellos corresponde encontrar el mejor equilibrio entre necesidad de financiación, remuneración en capital y esperanzas del mercado".

En 2007, Streiff recibió una bonificación de 995.000 euros, para una remuneración total de 1.900.000 euros.

Renault, del que el Estado posee el 15% de su capital, informó que los altos ejecutivos no recibirán bonificación este año.

El presidente del grupo, Carlos Ghosn, aseguró en una entrevista radiofónica que no se beneficiará este año de bonos. El año pasado recibió una bonificación de 1.392.000 euros.

"Todas las bonificaciones de Renault están relacionadas con la rentabilidad de la empresa. Si la rentabilidad de la empresa no está al nivel deseado, que es el caso de este año, incluso por razones que no dependen de la voluntad de todas las personas que trabajan en Renault, no hay bonificaciones", justificó Ghosn.

Anteriormente, Renault había asegurado en un comunicado que "la cuestión del dividendo será discutida en consejo de administración después de la presentación de los resultados anuales en febrero y la cuestión será sometida a la voluntad de la asamblea general".

Frente a una oposición que le acusa de que sus planes de reactivación económica ignoran al conjuto de los franceses y, al mismo tiempo, de haber hecho grandes regalos a los banqueros, el gobierno insiste que el apoyo del Estado está condicionado.

En diciembre, cuando recibieron la primera parte de las ayuda estatal por valor de 10.500 millones de euros, los bancos se comprometieron a aumentar el montante de sus créditos de 3% a 4% en 2009 para financiar los hogares y las empresas.

El martes, el primer ministro François Fillon advirtió que el Estado no ayudará a las empresas constructoras de automóviles que decidan cerrar plantas de producción en Francia.

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