lunes, 19 de enero de 2009

El precio de los alimentos seguirá al alza en los próximos cinco años, según la FAO

MADRID.- El subdirector general de Cooperación Técnica de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), José María Sumpsi, afirmó hoy que el precio de los alimentos continará al alza en los próximos cinco años, aunque sin alcanzar los picos registrados en la primavera de 2008.

"Ahora mismo los precios han bajado por cómo ha afectado la crisis financiera y la bajada del petróleo --porque hay una relación entre lo que vale el petróleo y los alimentos--, lo que influye en que las siembras de este año sean menores y el año que viene volvamos a tener una cosecha corta.

Además, como los 'stocks' están bajo mínimos, los precios seguirán siendo altos", explicó Sumpsi con motivo de la conferencia 'La crisis global de la agricultura y la alimentación', que pronunciará hoy en la Fundación Areces de Madrid.

Así, este catedrático catalán de Economía y Política Agraria de la Universidad Politécnica de Madrid, calificó de "reto para la seguridad alimentaria en el mundo" la actual situación de alza en los precios, ya que "dificulta el acceso de los hogares más pobres a la compra de alimentos".

Analizar los avances de las medidas acordadas en la última cumbre de Seguridad Alimentaria celebrada en Roma en junio de 2008, será el objetivo de la nueva reunión que acogerá Madrid los días 26 y 27 de enero, y que contará con la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el secretario general de la ONU, el coreano Ban Ki Moon.

Con respecto a la polémica por la producción de biocombustibles a partir de cultivos de cereales, Sumpsi añadió que "las cuentas no salen muy claras sobre si realmente se ahorran las emisiones de gases que están en la raíz del cambio climático" y, en el caso del maíz, las subvenciones a los biocarburantes "han perjudicado la seguridad alimentaria en el mundo".

No obstante, el subdirector general entiende que "se quiera superar el tema de la dependencia energética", por lo que "no hay que siempre decir que no a los biocombustibles". Según el experto, "en determinadas condiciones", es viable sostener el fomento de esta producción, pero no en la actual situación.

Una de las soluciones mencionadas por Sumpsi para el mantener la industria de los biocarburantes al margen de la producción de alimentos, es apostar por los cultivos lignocelulósicos, como el cardo.

Sin embargo, el impulso a estos 'bios' de segunda generación no alimentarios depende de la salida al mercado de tecnologías que permitan su producción, que, en palabras del catedrático catalán, "todavía no están disponibles".

Asimismo, en relación al fenómeno de los desplazados medioambientales que han perdido sus tierras de cultivo por las consecuencias del cambio climático, Sumpsi recomendó "mitigación" y "adaptación". En cuanto a la primera, el subdirector general cree que los efectos de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero "se verán a largo plazo y serán leves".

En cuanto a la segunda, el experto apeló a la genética para poder cultivar determinados productos, que, por ejemplo, sean resistentes a la falta de humedad. "La adaptación es una componente importante, y en este sentido, la FAO trabaja mucho tanto en animales como en plantas para que puedan vivir y producir en un contexto climático distinto al que tenían", señaló.

Con todo, Sumpsi matizó que estas políticas no incluyen la apuesta por los transgénicos, sino que "hay cierto tipo de variedades que de una forma natural han cambiado o, a través de la genética tradicional, se han mejorado".

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