En consecuencia, la productividad "permanece estancada", los costes laborales unitarios "siguen creciendo", la economía "tiene tendencia a usar más trabajo que capital, y se pierden posiciones competitivas", remachó Pimec.
La productividad tuvo un crecimiento "muy moderado" durante este periodo, con una tasa del 0,1 por ciento anual. Según Pimec, el aumento de la ocupación y el número de horas efectivas de trabajo por persona han hecho que España "no haya mejorado la eficiencia de sus actividades económicas", a pesar del crecimiento del PIB.
El sector de la industria mejoró su eficiencia a una tasa del 0,78 por ciento anual; la construcción, del 0,75 por ciento, y los servicios la disminuyeron al 0,39 por ciento anual.
El conjunto de los sectores sufrieron una pérdida de competitividad al no producirse una compensación entre el aumento del coste laboral y la mejora de la productividad. Los costes laborales unitarios en España crecieron a una tasa del 4,3 por ciento anual entre 2001 y 2008. La evolución más favorable fue la del sector industrial y la menos favorable la de los servicios y la de la construcción.
La patronal destacó también la intensificación del uso de la mano de obra, una situación que calificó de "preocupante", ya que en una etapa de "globalización y competencia creciente", los países desarrollados "tendrían que orientarse hacia producciones progresivamente más intensivas de capital y de tecnología".
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