La medida adoptada por el grupo industrial italiano afectará a 1.158 empleados de su división automovilística y a 650 de otra división llamada Fiat Powertrain, que maneja motores y cajas de cambio, según un portavoz del grupo.
En los últimos meses, Fiat ha enviado a sus casas a miles de obreros hasta seis semanas ante la drástica caída de las ventas que ha forzado a cerrar fábricas en todo el país, al igual que ha ocurrido en otras empresas del sector.
La última medida de Fiat es la primera que afecta a personal de oficina desde que el grupo comenzó a cerrar temporalmente sus instalaciones el año pasado, dijo el portavoz.
Durante la primera semana de febrero, 1.158 de estos empleados dejarán de trabajar. Durante la segunda, 746 de ellos no acudirán a su puesto de trabajo.
Los 650 empleados de Fiat Powertrain estarán sin trabajar durante dos semanas.
Un número más pequeño de obreros también se verán afectados.
Los 1.800 oficinistas tomarán unas vacaciones inusuales y recibirán un salario reducido en virtud del sistema de "cassa integrazione" de Italia, que depende de los fondos del grupo y del Estado italiano.
Las ventas de coches nuevos en Italia cayó un 13,29 por ciento en diciembre y un 13,36 por ciento durante el año, lo que subraya la gravedad de la crisis de la industria.
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