El monopolio del gas pierde unos 140 millones de dólares diarios en la guerra energética con Kiev. Especialistas dicen que se obliga a la comopañía a sacrificar sus intereses en aras de los fines políticos del gobierno, y su rentabilidad se tambalea bajo el peso de una enorme deuda.
Al ingresar la disputa ruso-ucraniana en su tercera semana, la aspiración de Gazprom de convertirse en la empresa más grande del mundo en capitalización de mercado para el 2014 parece un espejismo. El precio de sus acciones ha caído en un 70% desde enero, arrojándola desde su posición de 3ª compañía del mundo a 35ª.
Desde que Rusia interrumpió la provisión de gas a Ucrania el 1 de enero y a Europa seis días después, Gazprom ha perdido 1.100 millones de dólares en ingresos por exportaciones, dijo el titular de la empresa, Alexei Miller, el miércoles.
La pérdida de ingresos exteriores es catastrófica para Gazprom, que exporta un tercio de su producción y obtiene beneficios mucho mayores que en el mercado interno, donde se le imponen precios máximos.
Con una deuda de aproximadamente 45.000 millones de dólares, la disputa prolongada con Ucrania es un peso difícil de sobrellevar. Y teniendo en cuenta la importancia crucial de la empresa para la prosperidad de Rusia, en sus males pudiera estar la clave para salir del impasse con Ucrania, que a su vez pierde millones de dólares todos los días debido al congelamiento de los gasoductos.
Los analistas calculan que el monopolio, el mayor deudor ruso, tiene que pagar 7.000 millones de dólares este año, lo cual no es difícil cuando fluye el gas y los precios son altos. Pero la caída de los precios del petróleo arrastrará a los del gas con una diferencia de seis a nueve meses.
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