De esta forma, el grupo nipón Toyota se situó como el primer fabricante mundial de automóviles en 2008, al comercializar 617.000 coches más que la estadounidense, con unas ventas totales de 8,972 millones de unidades, lo que representa una reducción del 4% en comparación con el año anterior.
En el tercer trimestre del año pasado, la multinacional que preside Richard Wagoner matriculó 1,702 millones de vehículos en todo el mundo, lo que supone una caída del 26,2% frente a los 2,306 millones de unidades entregadas en 2007.
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