miércoles, 21 de enero de 2009

Gobierno balear y comités de empresa de Kraft le instarán a la compañía que deje la producción en Mahón

PALMA DE MALLORCA.- El Govern balear y los comités de empresa de Kraft Foods acordaron hoy de forma unánime trasladar próximamente a la compañía la necesidad de que la producción y la fábrica de 'El Caserío' se queden en Mahón, a fin de evitar la pérdida de 173 puestos de trabajo director y más de 400 indirectos, así como más de 12 millones de euros en que han cifrado las pérdidas económicas que supondría el cierre de la planta menorquina.

Al término de la reunión mantenida entre la consellera de Trabajo y Formación, Joana Barceló, el comité de empresa de Kraft, y representantes de la Federación Agroalimentaria de CCOO, el secretario de Finanzas y Organización de esta última, Antonio Conde, subrayó que todos los asistentes al encuentro han coincidido en que el cierre de la fábrica supondrá "un desastre para Menorca y la muerte de la isla".

Según apuntó asimismo, en próximas semanas se celebrará una reunión entre representantes de la Conselleria de Trabajo, del comité de empresa y de CCOO con la Dirección General de Trabajo del Gobierno central, a fin de instarle a que si la compañía presenta un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) "no se le apruebe".

También aseveró que el hecho de que trasladar la producción a Bélgica permitiría aumentar ésta en un 60% "no es motivo suficiente para llevársela de Menorca".

Al mismo tiempo, entre el 29 y el 30 de enero se reunirán el comité de empresa y la delegada sindical con el presidente del comité europeo de Kraft para trasladarle el impacto económico y social que supondría adoptar esta decisión.

Al mismo tiempo, entre el 29 y el 30 de enero se reunirán el comité de empresa y la delegada sindical con el presidente del comité europeo de Kraft para trasladarle el impacto económico y social que supondría adoptar esta decisión.

"Hemos intercambiado posiciones y hemos acordado de forma unánime que la marca no debe irse", incidió al respecto Conde, quien apuntó que la dirección de la compañía "debe entender que dejando la marca en Maó se puede buscar otro comprador", toda vez que consideró que "no tiene sentido que la producción se vaya a Bélgica para después traerla aquí de nuevo, algo antieconómico que perjudicará también el sabor de los productos".

Esta reunión se ha producido después de que la semana pasada los representantes de los comités de empresa de Kraft mostraran a la dirección de la compañía diferentes estudios económicos que, según la propia Barceló, "avalan" que la propuesta de cerrar la planta de Mahón "va más ligada a una rentabilidad empresarial que no a una situación de dificultades financieras de la multinacional".

Durante ese encuentro Kraft Foods trasladó a los comités de empresa de sus plantas en España que su postura no es presentar un ERE y que quiere llegar a una "solución negociada" con los trabajadores para sus planes de futuro en este país.

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