En un comunicado, explica que la bajada de tipos y las masivas inyecciones de liquidez aprobadas por la Reserva Federal (Fed) provocaron una intensa depreciación del dólar que, unida a las turbulencias bancarias y financieras, acabó provocando que los inversores se refugiaran en 'commodities' y la deuda pública para tratar de conservar el dinero.
De hecho, el observador del instituto asegura que la burbuja de las materias primas sólo llegó a su fin cuando el Gobierno de EE.UU. salió al rescate de la Reserva Federal para estabilizar su moneda.
Así, el instituto descarta teorías que apuntaban a la especulación o a la escasez de oferta como principales causas del incremento del crudo, ya que los inventarios de petróleo no aumentaron en ese periodo, y la caída de la oferta no puede explicar por qué el precio del barril se duplicó en apenas un año para luego volver a su nivel anterior, tal y como defiende el Nobel de Economía Paul Krugman.
A su parecer, la realidad es bastante más compleja, puesto que los especuladores jugaron un papel importante, pero no decisivo, mientras que las principales causas fueron el debilitamiento del dólar y la disposición de los bancos centrales a rescatar al sistema bancario aun a costa de sacrificar sus divisas.
De esta forma, asegura que la política monetaria de la Fed y la consecuente fuga de capitales hacia valores alternativos permiten explicar la volatilidad de muchas materias primas, la correlación entre el precio del oro y el del petróleo, las subidas del crudo a partir de enero, así como la elevada volatilidad del petróleo y los descensos experimentados a partir del verano del año pasado.
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