Durante la presentación del informe, el socio de Business Risk Services de Ernst & Young, José Díaz Morales, aseguró que el miedo al 'credit crunch' y sus repercusiones se han situado como la principal amenaza de 2009 como consecuencia de su impacto en diversos sectores y su evolución impredecible.
En cuanto al exceso de regulación de los mercados, que ocupa el segundo lugar en el 'ranking' de amenazas para 2009, Díaz Morales destacó que será otro de los temores a tener en cuenta por las empresas derivado de un proceso de respuesta a la crisis.
En este sentido, el estudio destaca como principal ejemplo la nacionalización "más o menos directa" de entidades financieras. "Las empresas están muy preocupadas por la regulación excesiva, ya que puede paralizar las iniciativas empresariales", añadió Díaz Morales en rueda de prensa.
Asimismo, remarcó que la combinación de la crisis de liquidez, la depreciación de los activos inmobiliarios, el deterioro de los mercados financieros y la restricción al crédito han creado un escenario en el que aparece la posibilidad de una "profunda" recesión, como tercer factor de riesgo que preocupa a las empresas.
No obstante, aunque los riesgos procedentes del ámbito financiero ocupan los primeros puestos del 'ranking', Díaz Morales añadió que las empresas deberán evaluar también su situación respecto al medio ambiente, la competencia de nuevas empresas, el control eficiente de los costes, la retención del talento, el frenazo de las transacciones estratégicas, los modelos de negocio absoletos y la reputación de las compañías.
Por todo ello, el socio de Ernst & Young destacó la importancia de la gestión de riesgo como factor clave en las organizaciones, "ya que la crisis está asociada a una falta de atención de riesgos".
"La crisis económica ha disparado la volatilidad, y con ello la percepción de riesgo es más evidente", apuntó Díaz Morales.
Según el estudio, el sector de gestión de fondos será la actividad con mayor grado de impacto crítico debido, fundamentalmente, a la reducción del interés de los inversores, la mala ejecución de fusiones y adquisiciones y la competencia de otras áreas de servicios financieros.
Igualmente, el sector de automoción se verá mermado como consecuencia, además de los tres primeros factores de riesgo, del respeto al medio ambiente y del control eficiente de costes.
La comunicación y el entretenimiento será el tercer sector más afectado por la aparición de nuevos competidores, seguido de los negocios inmobiliarios, los productos de consumo, la banca, el sector seguros, la biotecnología y farmacia, las telecomunicaciones y las compañías eléctricas.
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