Después de registrar un recorte de sus beneficios netos en verano, la filial de automóviles y camiones del conglomerado Tata sufrió una pérdida neta de 2.630 millones de rupias (53 millones de dólares) entre octubre y diciembre, contra un beneficio neto de 5.000 millones de rupias un año antes.
El volumen de negocios bajó un 34% en un año, a 47.500 millones de rupias, según un comunicado. Tata Motors vendió 98.760 vehículos durante el trimestre, contra 144.608 unidades un año antes.
El constructor se las ve y se las desea para lanzar su minicoche "revolucionario" más barato del mundo, el Nano, prometido a 2.500 dólares: en octubre abandonó su fábrica casi terminada en el Estado de Bengala Occidental (este) por un conflicto sobre el alquiler de los terrenos industriales y decidió llevarla al Estado del Gujarat (oeste), con el consiguiente retraso.
Tata Motors compró en primavera de 2008 los británicos Jaguar y Land Rover por 2.300 millones de dólares al norteamericano Ford. Pero estas adquisiciones audaces son más dolorosas de lo previsto, sobre todo por los problemas de financiación y supresiones de empleos en Europa.
Los resultados trimestrales anunciado no incluyen estas dos marcas inglesas de lujo.
El patrón del grupo, Ratan Tata, advirtió el jueves a sus 350.000 empleados de que deben prepararse para "decisiones difíciles" ante lo que promete ser "la crisis económica mundial más grave de la historia contemporánea".
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