El primer ministro chino, Wen Jiabao, se reunió con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, con el propósito de normalizar las relaciones entre Bruselas y Pekín, que atravesaban por dificultades después de que las autoridades chinas cancelaran el pasado diciembre la cumbre bilateral entre la UE y China en protesta por la reunión que mantuvo el presidente francés, Nicolas Sarkozy, con el Dalai Lama en París.
El pleno restablecimiento de las relaciones se escenificó con el anuncio por parte de Barroso y Wen de que "pronto" se convocará una nueva cumbre entre la UE y China. Como paso previo, los dos mandatarios anunciaron para el mes de abril una reunión del foro de alto nivel sobre comercio y economía entre la UE y China. Además, las dos partes firmaron un total de nueve acuerdos bilaterales, entre ellos un pacto para reforzar la protección de los derechos de propiedad intelectual.
En la rueda de prensa posterior al encuentro, Wen aseguró que el fortalecimiento de las relaciones con la UE es una "prioridad estratégica" del Gobierno chino. "China apoya la UE en su integración y desarrollo. Creemos que una Europa fuerte puede jugar un papel importante a la hora de decantar el mundo actual hacia la multipolaridad y promover la diversidad cultural", dijo el primer ministro.
"Creemos que una cooperación y confianza más fuerte entre la UE y China puede tener un gran impacto en la estabilidad, la paz y la prosperidad del mundo", insistió.
También Barroso subrayó que la UE y China "están desarrollando una cooperación estratégica cada vez más estrecha, más profunda y más global". "Si se consideran los retos globales a los que nos enfrentamos hoy, ninguno de ellos se resolverá sin una fuerte cooperación entre China y la UE", señaló el presidente de la Comisión Europea.
Aseguró que la relación entre Bruselas y Pekín es "madura y profunda" y dijo que ello permitió que durante el encuentro se abordaran "temas sensibles, como los derechos humanos y Tíbet". "Lo hemos hecho en un espíritu constructivo, en el espíritu de nuestro diálogo en el que no hay tabúes", apuntó Barroso.
El primer ministro chino no aludió directamente a estas cuestiones ante la prensa pero afirmó que desde la base del "respeto mutuo y la completa igualdad (*) se puede hablar de todo".
Los principales temas en la agenda del encuentro entre la delegación china y la Comisión Europea fueron la crisis económica y la lucha contra el cambio climático y en las dos cuestiones Bruselas y Pekín expresaron su voluntad de cooperar. "Creo que si China y la UE trabajan codo con codo seremos capaces de superar la crisis financiera y los tiempos difíciles", declaró Wen.
Indicó que el objetivo de su visita a Europa, "en un momento en que la crisis financiera internacional sigue extendiéndose y agravándose", era transmitir a los Gobiernos y a los ciudadanos europeos "confianza, esperanza y fuerza".
Por su parte, Barroso subrayó que la actual crisis "no tiene precedentes en la era de la posguerra y nadie puede decir que es completamente inmune". Por ello, consideró imprescindible una respuesta global para recuperar la "confianza" y un trabajo conjunto para mejorar los mecanismos de supervisión y regulación a nivel internacional. En este sentido, agradeció la contribución de China a las reuniones del G-20 y abogó por reforzar el "diálogo sobre temas macroeconómicos" entre las dos partes.
El primer ministro chino dejó claro que no ve necesario dejar que el yuan se aprecie, tal y como ha sugerido el Fondo Monetario Internacional (FMI) para estabilizar el mercado de tipos de cambio y reducir la volatilidad. Recordó que el régimen chino de tipos de cambio ya se reformó en 2005 y que desde entonces el yuan se ha apreciado un 20% respecto al dólar estadounidense.
"Creemos que mantener la estabilidad de la moneda china sobre una base razonable y equilibrada en estos momentos jugará un rol positivo a la hora de estabilizar las finanzas y la economía mundiales", aseguró Wen.
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