La cifra, además, representa el primer año en que el negocio aumenta por debajo del 10% en más de una década, aunque las expectativas tampoco son optimistas de cara a este año.
En total, las ventas ascendieron el año pasado a 9,38 millones de unidades, es decir, por debajo de los 10 millones de automóviles que se había previsto vender a principios de año.
"En 2008 el mercado automovilístico chino ralentizó su ritmo (de crecimiento) ante la crisis financiera mundial. Es previsible que continúe esta tendencia cíclica en 2009, aunque esperamos que las cosas mejoren en la segunda mitad", declaró Hu Maoyuan, presidente de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles, así como de la Corporación de la Industria del Automóvil de Shanghai.
El Gobierno podría anunciar esta semana un plan de medidas para detener la caída libre en los sectores automovilístico y siderúrgico.
"La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (encargada de la planificación económica), junto con otros departamentos, alcanzaron un acuerdo básico sobre los detalles de los planes (para los sectores) automovilístico y siderúrgico la semana pasada, y éstos serán discutidos el miércoles en la reunión del Consejo de Estado", declaró la fuente. "De ser aprobados, serán dados a conocer y aplicados muy pronto".
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