viernes, 16 de enero de 2009

Londres baraja comprar activos tóxicos a los bancos mediante un nuevo plan de rescate

LONDRES.- El Gobierno británico ultima un nuevo plan de rescate del sector bancario con el que prevé adquirir miles de millones de activos tóxicos que pasarían a formar parte de una entidad de titularidad estatal, en línea con el programa de la Reserva Federal aprobado por Estados Unidos y que, en principio, Londres había descartado.

Así, hasta recientemente, el primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, rechazaba seguir la senda ideada por Ben Bernake, pero la preocupante evolución de los mercados, que pese a las inyecciones de capital del Ejecutivo y las garantías introducidas para estimular el préstamo, continúan sin remontar, ha llevado al Ministerio del Tesoro a apostar por medidas drásticas para desbloquear el colapso.

Después de que esta misma jornada las acciones de los principales bancos británicos sufriesen un nuevo desplome ante la insistencia de alertas que hablan de compañías necesitadas del amparo estatal, Brown dará a conocer la próxima semana nuevas actuaciones ante la gravedad de una situación que finalmente ha visto cómo la recapitalización promovida en el último trimestre de 2008 no ha logrado estabilizar los mercados.

Para ello, el Gobierno habría podido dar un paso más con el desarrollo de un multimillonario plan que agudizará aún más el severo endeudamiento de las arcas públicas. Según avanzan medios como el 'Daily Telegraph', finalmente ha visto la necesidad de asumir los miles de millones de libras en concepto de activos tóxicos que todavían mantienen los bancos y que se han convertido en el principal agravante de la falta de confianza de las entidades para abrir crédito.

Ayer mismo, en la intervención que protagonizó junto a la canciller alemana, Angela Merkel, tras la reunión que mantuvieron en Berlín para evaluar el contexto en este principio de año, Brown reconoció la necesidad de adoptar acciones en los "activos dañados" que siguen siendo responsables de los problemas del sistema bancario.

En este sentido, aunque el proyecto aprobado en octubre por un montante global de 500.000 millones de libras y suscrito por los ocho gigantes británicos sirvió para evitar el colapso, transcurridos tres meses ha demostrado ser inoperante para garantizar la recuperación normal del préstamo, afectando en primera instancia al funcionamiento ordinario del sistema y, finalmente, trasladando sus efectos a ámbitos estratégicos como la vivienda o los negocios.

Así, los bancos alegan que la extensión de la deuda a sus balanzas de capital les impide de forma efectiva aceptar nuevos créditos o recuperar las prácticas normales, de modo que, hasta que el historial quede liberado de este endeudamiento y los activos tóxicos desaparezcan, la crisis continuará. Por ello, el Gobierno británico ha afrontado finalmente este último resorte para luchar contra la continuidad del colapso de crédito.

No obstante, paralelamente ,el Ministerio del Tesoro reconoció las dificultades de articular este denominado "banco malo", lo que podría retrasar su puesta en marcha y, según los expertos, podría no estar a tiempo para evitar una deriva crítica para el sector, que ha visto hoy mismo la nacionalización de nuevas entidades y pérdidas millonarias que refuerzan los rumores sobre la urgencia del rescate de algunas compañías.

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