martes, 13 de enero de 2009

Los analistas ven inevitable una bajada del rating de deuda en España

MADRID.- Los analistas consideran inevitable un recorte del rating de la deuda emitida a largo plazo por España después de que Standard and Poor's (S&P) dijera el lunes que la situaba en su lista de vigilancia con implicación negativa desde su máxima calificación actual.

La agencia de calificación crediticia basó su decisión en las serias dificultades que atraviesa la economía española en el actual contexto de crisis económica y financiera global que golpeará con particular virulencia a España, a la vista de su vulnerable modelo de crecimiento basado hasta tiempos recientes en la construcción y el consumo privado.

"Yo creo que (S&P) acabará bajando el rating de España", dijo un experto en mercados monetarios.

El anuncio de S&P provocó el martes una reacción en cadena de los principales bonos europeos que ampliaron en distintas proporciones sus respectivos diferenciales frente al Bund alemán, con el consiguiente aumento de las primas de riesgo.

Con la necesidad de los gobiernos de la eurozona de recaudar cientos de miles de millones de euros y más de 20.000 millones de euros de deuda pública en oferta sólo esta semana, los inversores buscan refugio en la deuda germana, considerada más líquida y segura.

En concreto, el diferencial del bono español a 10 años frente a su homólogo alemán se ampliaba el martes hasta los 100 puntos básicos, nivel récord desde 1999.

S&P ya había anunciado la semana pasada su decisión de situar en su lista de vigilancia con implicación negativa a la deuda soberana de Irlanda y Grecia, mientras los analistas no descartan que en un futuro próximo la agencia de calificación crediticia anuncie nuevas iniciativas en esta dirección con bonos de otros países del euro.

En contraste, la agencia de calificación Fitch dijo el martes que mantiene su calificación de AAA para la deuda a largo plazo del Reino de España.

"Tenemos a España en rating AAA con perspectiva estable y esa sigue siendo nuestra visión pese al reciente deterioro y a las perspectivas fiscales", dijo Brian Coulton, director de economía global de Fitch.

Por su parte, el ministro español de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, parecía resignado a la posibilidad de que las agencias de rating recorten la calificación de la deuda doméstica cuando dijo el martes a periodistas que había un riesgo de una baja de la calificación crediticia en medio de una escalada del déficit público.

España ha pasado en pocos meses de lucir uno de los balances más saneados de sus cuentas públicas de la zona del euro a caer en un déficit ante el aumento del gasto que exige su débil crecimiento económico.

Solbes ha advertido que en 2008 el déficit total de las Administraciones Públicas podría superar el límite previsto por la Comisión Europea de Bruselas del 3,0 por ciento y que podría ser aún mayor en 2009.

Más tarde, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que no veía razones para un recorte de la calificación de la deuda española.

"Desde nuestro punto de vista no hay razones para ello (para rebajar la calificación de la deuda), primero por la fortaleza del país (y también por) la solvencia de las cuentas públicas", dijo Zapatero en una entrevista con Onda Cero.

Pese a la turbulencia financiera a escala global, expertos consultados no creían que el Tesoro español tenga mayores dificultades para financiarse.

"Ante la incertidumbre global y las expectativas de nuevos recortes de los tipos de interés, todavía hay margen para una reducción de las rentabilidades y que la deuda siga atrayendo inversores en busca de refugio", dijo José Antonio Cabrera, responsable de la mesa de deuda de Caja Madrid.

Este jueves el consejo de gobierno del Banco Central Europeo se reúne para decidir sobre su política de tipos, y el mercado no descarta una reducción del precio del dinero de hasta 0,50 puntos porcentuales hasta el 2 por ciento.

No obstante, expertos dijeron que los países percibidos como más vulnerables ante la crisis global, como es el caso de España, tendrán que asumir el pago de un mayor precio para colocar su papel en los mercados financieros.

Además, según expertos, la advertencia de S&P de eventualmente rebajar la calificación de la deuda pública española podría suponer una cierta reticencia de los inversores no residentes para adquirir papel doméstico.

"En mi opinión, más que problemas de volumen, lo que vamos a ver es que el Estado (central) tendrá que pagar más para colocar su deuda en el mercado", dijo un experto en deuda pública.

El jueves, el Tesoro subasta Obligaciones a 15 y 30 años.

En la anterior emisión a 30 años del pasado 18 de diciembre, el Tesoro Público adjudicó papel por 2.345 millones de euros a una rentabilidad del 4,194 por ciento.

Hasta el tercer trimestre de 2008, España era uno de los países de la zona de euro con un ratio deuda/PIB más bajo al rondar el 36 por ciento de su producto interior bruto.

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