domingo, 25 de enero de 2009

Los gobiernos de Europa rescatan, pero sus bancos no prestan

BRUSELAS.- Desde que en agosto de 2007 comenzara la que ya casi todo el mundo considera como la crisis financiera más importante de Occidente desde la Segunda Guerra Mundial, los bancos europeos han reiterado que los problemas nacieron en EEUU, en unos productos generados en Wall Street y de los que ellos habrían sido unas víctimas.Lo que no han podido mantener es que su situación sea mucho mejor que la de sus colegas del otro lado del Atlántico.

Los gobiernos del Viejo Continente han tenido que salir al rescate de sus entidades en numerosas ocasiones y sus respuestas no han sido siempre coordinadas. Desde el constante intervencionismo de Gordon Brown en el Reino Unido, hasta la (casi) inacción de Berlusconi en Italia (el país que hasta ahora parece menos expuesto a los problemas), éstas han sido las soluciones de los ejecutivos de los cuatro grandes socios de la UE para salir de la crisis recogidas por "El Mundo".

REINO UNIDO

Los dos planes de Brown

Gordon Brown fue saludado en octubre, dentro y fuera de Europa, como el salvador del sistema bancario. Acababa de dar con la fórmula mágica para asegurar la supervivencia de las entidades: recapitalizarlas con nacionalizaciones parciales que les permitieran pasar el terremoto bursátil y a la vez abrir el grifo del crédito a las empresas. Tres meses después, se puede decir que su plan de rescate no funciona. Al menos, en la segunda de sus premisas: los créditos no terminan de fluir a los pequeños negocios.

He aquí la razón por la que el premier británico se ha sometido esta semana a la humillación de presentar un segundo plan de rescate que puntualiza y corrige al enunciado en otoño. Aquél logró que los grandes bancos británicos no quebraran. Este se propone que vuelvan a prestar dinero a los ciudadanos.

Entre los apartados del plan, el más novedoso es el anuncio de que el Estado asegurará las pérdidas que declaren los bancos desde ahora. Una propuesta que busca terminar con la desconfianza entre las entidades y que Brown espera refrendar en la cumbre del G20.

El segundo plan de rescate de Brown incluye una rectificación muy embarazosa para el primer ministro, que tiene que ver con el nacionalizado Northern Rock. Se suponía que el Estado tenía previsto cerrarlo para reponer cuanto antes el dinero de los contribuyentes. Brown dice ahora, sin embargo, que aplazará su cierre y lo utilizará como una herramienta para inyectar efectivo en la economía. El plan autoriza además al Banco de Inglaterra a que compre 50.000 millones de libras en activos a las empresas con el fin de reactivar la economía.

Los inversores recibieron este segundo plan con caídas descomunales de los dos bancos más vulnerables -Lloyds y Royal Bank of Scotland-, que ya tienen capital del Estado pero que podrían acabar siendo completamente nacionalizadas, según algunos analistas.

ALEMANIA

¿Nacionalizaciones?

Alemania ya ha confirmado que en 2009 sufrirá la peor recesión desde la II Guerra Mundial, con una contracción del 2,25% del PIB. Además, esta semana han crecido los rumores de que el Gobierno prepara un segundo plan de salvamento para entidades financieras después del que aprobó en noviembre por valor de 470.000 millones de euros.

El diario económico Handelsblatt recogía la noticia citando fuentes de la negociación entre el Ejecutivo, el Bundesbank (el Banco Central alemán) y el Soffin, que controla el fondo público de ayudas coyunturales, aunque el Gobierno de Angela Merkel ha negado este extremo y lo atribuye a «especulaciones».

En cualquier caso, el periódico alemán recoge la negativa estatal por «costosa» a crear un bad bank light, es decir, una entidad que asuma todos los activos de riesgo. El modelo elegido por Berlín sería un sistema de compensaciones aplicado durante la Unificación, en el que el Estado recibiría beneficios durante 50 años.

En el plan aprobado en noviembre se establecían 400.000 millones en garantías públicas para créditos interbancarios y 70.000 para inyecciones de capital. Aunque al principio bancos como el Deutsche Bank se negaron a aceptar este apoyo por la posible «pérdida de credibilidad», a día de hoy el Estado dispone de participación accionarial en dos de los más importantes, aunque niegue que busque una «nacionalización». Hypo Real State, una de las grandes hipotecarias, ha necesitado un rescate de 80.000 millones, y en Commerzbank tiene el 25% del capital y derecho de veto. Además, Bayern LB, una entidad pública de Baviera, necesitó una inyección de capital de 30.000 millones para asegurar su supervivencia.

Esta semana ha sido el propio Deutsche Bank el que ha acudido al Estado tras anunciar pérdidas de 4.900 millones en el cuarto trimestre. El primer banco alemán ha tenido que dar entrada en su capital a Deutsche Post (participado en un 30% por el Estado) para cerrar la compra de Postbank. Con ello el 8% de las decisiones de Deutsche Bank queda en manos públicas.


FRANCIA

Beneficios y estabilidad

Las primeras informaciones oficiosas indican que los grandes bancos franceses van a obtener beneficios en 2008, pese a la crisis. Incluida la Société Générale, antecedente del caos financiero a cuenta del agujero de 5.000 millones de euros que provocó el broker Jérôme Kerviel a comienzos del año pasado. Es una prueba de la estabilidad de su sistema financiero y una razón que ahuyenta la hipótesis de las nacionalizaciones, aunque la buena nota de los bancos nacional abre una cuestión embarazosa: ¿Necesitaban el paternalismo del Estado y la inyección de liquidez administrada por el doctor Nicolas Sarkozy? Sólo la entidad franco-belga Dexia tuvo que ser rescatada en una inyección conjunta de los gobiernos galo, belga y luxemburgués de unos 6.400 millones.

Francia se encuentra ahora en la segunda fase del plan de rescate.En la primera, éste constaba de 320.000 millones para avalar los préstamos interbancarios galos y 40.000 millones para recapitalizar entidades en dificultades. Ahora, el presidente ha aprobado ayudas directas por valor de 10.000 millones. Se trata de una cantidad destinada a reforzar el capital de manera «preventiva», aunque los bancos tienen que responder, cuanto menos, a dos cláusulas.

La primera consiste en flexibilizar su política de créditos a empresas y particulares. La segunda radica en que Sarkozy ha exigido a los directivos de los bancos renunciar a los bonus que tenían previsto asignarse en el ejercicio de 2008. Es un mensaje de sobriedad y de rigor cuya envergadura puede contabilizarse con algunos ejemplos concretos. Georges Pauget, consejero delegado de Crédit Agricole, tenía un sueldo de 920.000 euros en 2007 y un bonus añadido de 607.000 del que ahora no podrá beneficiarse.

Además, el Estado francés trata de ejercer todas las presiones para que se lleve a efecto la fusión entre las cajas de ahorros y los bancos populares. Una fusión que generaría una entidad saliente más sólida y arraigada, aunque todavía no se han ultimado los extremos del acuerdo.


ITALIA

«Ningún banco quebrará»

El Gobierno italiano aprobó en octubre la creación de un fondo destinado a ayudar a los bancos en apuros a través de la compra de acciones privilegiadas. En un principio, Italia iba a destinar 40.000 millones a ese fondo. Sin embargo, el Ejecutivo transalpino optó finalmente por no ceñirse a ninguna cifra precisa. «Ningún banco italiano quebrará y ningún ahorrador italiano perderá ni un solo euro de su dinero», declaró Silvio Berlusconi al presentar la iniciativa.

El plan puesto en marcha por el Ejecutivo está dirigido a ayudar a entidades financieras descapitalizadas y a las que ni sus accionistas ni el mercado les suministran la inyección de capital necesaria.En esos casos, será el Estado el que correrá en su auxilio, administrando al banco en aprietos una buena dosis de dinero con el que pueda capear el temporal. Con una precisión: la gestión del banco seguiría en manos privadas.

Por el momento, ningún banco italiano se ha visto en graves aprietos y el plan de ayuda no ha tenido que ser activado. Al fin y al cabo, el sistema bancario italiano es bastante estable y por el momento se encuentra suficientemente patrimonializado.

Además, el Gobierno ha respaldado con una garantía pública las nuevas obligaciones emitidas por los bancos y los títulos del Estado a disposición de los institutos de crédito, así como a las operaciones de préstamo de títulos. El decreto aprobado en ese sentido por el Ejecutivo contempla la garantía del Estado durante cinco años para nuevas emisiones de títulos realizadas por las entidades antes de que concluya este año.


LAS CLAVES DE CADA PLAN

Reino Unido: Gordon Brown acaba de anunciar su segundo plan de rescate. Con el primero buscaba evitar las quiebras, ahora quiere que el dinero fluya a las familias. Además, el Gobierno utilizará el nacionalizado Northern Rock para inyectar liquidez a los mercados.

Alemania: El Ejecutivo de Angela Merkel ya ha aprobado la compra de acciones de Hypo Real State y del Commerzbank. Esta semana, el propio Deutsche Bank ha aceptado la entrada en su capital del Deutsche Post, participado en un 30% por el Estado.

Francia: Los bancos galos anunciarán beneficios en 2008. A pesar de esto, Sarkozy aprobó un plan de ayudas directas por valor de 10.000 millones de euros. Para acogerse al mismo, las entidades debían flexibilizar su política de créditos a los particulares y sus directivos debían renunciar a sus 'bonus'.

Italia: Berlusconi ha asegurado que «ningún banco» de su país «quebrará». Hasta ahora no ha sido necesario que el Gobierno acuda al rescate de ninguna entidad, aunque si ha aprobado la creación de un fondo de 20.000 millones para salvar a bancos en apuros.

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